Aircall es un grupo que comercializa aplicaciones de comunicación telefónica en la nube. Surgió en 2014 con un claro mensaje a sus clientes: las herramientas que ofrece son más eficaces y económicas que un call center. Dirigido por Oliver Pailhes, cuenta con oficinas en Nueva York y Madrid. Ahora ha puesto el foco en España para ampliar su negocio en el país.
“Vemos con mucha atracción el mercado español y el suramericano”, explica el ejecutivo en conversación con Crónica Global. Su objetivo es ampliar la cartera de clientes actuales con compañías de la llamada nueva economía que han crecido en los últimos años como Glovo o Cabify. Busca ser un proveedor de referencia entre pymes de perfil diverso.
Expansión en España
Para ello, en los últimos meses ha reforzado el equipo comercial hasta alcanzar las ocho personas. Trabajan desde París, pero en el plan estratégico de la compañía se incluye la apertura de una oficina física “en 12 o 18 meses”. Hecho que implicará reforzar el equipo dedicado al mercado de habla hispana hasta las “20 o 25 personas”.
Madrid o Barcelona son las ciudades que el equipo directivo tiene en mente. Pailhes reconoce que se inclina por instalarse en la primera pero por una “razón poco profesional”. Su trayectoria personal le llevó a acomodarse junto a su familia durante nueve años en la capital. Trabajaba para un gigante acerero y relata como, a pesar de vivir unos tiempos duros en lo profesional --fue directivo en plena crisis--, “fueron los mejores años” de su vida.
Explica que tanto él como su familia regresan cuando pueden a Madrid, ya que actualmente residen en Nueva York. “Me encantaría tener una oficina aquí, pero será el equipo local el que tome la decisión final”, reconoce. Si se usan criterios estrictamente de negocio, el peso de la cartera en España es “casi igual” en ambas ciudades.
Refuerzo del capital
La expansión que tienen en marcha es ambiciosa. No se limita a ampliar la presencia de Aircall en España. Plantean impulsar un proceso similar en Reino Unido y Alemania. Podrán llevarlo a cabo gracias a una ronda de inversión que acaban de cerrar con la que han captado 24,6 millones de euros al tipo de cambio actual (29 millones de dólares).
Unas cuantías que demuestran la buena aceptación que ha tenido el sistema de aplicaciones de comunicación que comercializan. Ha supuesto la entrada de los fondos Draper Esprit, cotizado en la bolsa de Londres; y NextWorld Capital, de San Francisco. Se unen a eFunders, equity franco-belga, y Newfund, otra firma inglesa, que participaron en rondas anteriores.
Reparto del accionariado
Todos ellos han aportado 34,4 millones de euros (40,5 millones de dólares) a la compañía en los últimos cuatro años. Controlan algo más del 50% del capital, mientras que el equipo de fundadores mantiene una participación del entorno del 41% y los empleados, el 10% restante.
Pailhes afirma que la viabilidad económica del grupo está garantizada como mínimo hasta 2020. Es en este momento cuando esperan conseguir el punto de equilibrio en su cuenta de resultados tras completar esta nueva fase de crecimiento. Un proyecto que implicará desembolsar capital. El equipo de gestores planteará entonces si abre de nuevo el capital de la compañía o estudia nuevas formas de obtención de liquidez.
Sectores en los que crecer
En cuanto a los clientes potenciales, explica que hasta la fecha han tenido éxito con “empresas digitales” de sectores como el comercio on line o las agencias de viajes. Su hoja de ruta contempla crecer en sectores más tradicionales como los seguros o la banca.
“Este es nuestro plan, pero queremos ir paso a paso”, indica el consejero delegado. Por ahora, espera ganar músculo en España.