Los zapatos Ursulitas han puesto el punto y final a una trayectoria empresarial de poco más de dos años. Itziar Ventura Vidal, socia fundadora de Alelve Abogados, ha presentado ante el Juzgado Mercantil número 8 de Barcelona el plan de liquidación final. Ha sido la administradora concursal de la sociedad desde enero, cuando se confirmó finalmente la quiebra de la compañía.
Su fundadora, Úrsula Ponce, había presentado el expediente de concurso de acreedores de Ursulitas True Life True Shoes en julio, tal y como avanzó Crónica Global. Como es habitual, el primer paso de la gestión de la insolvencia fue buscar una salida al grupo que proclamaba ser la “primera marca de tacón medio que fusiona confort y belleza”. Un sector de actividad en el que ya han triunfado marcas internacionales como Clarks.
Una ‘start up’ prometedora
Fue considerada en un primer momento como una de las start ups de moda más prometedoras. Ponce, ingeniera informática y máster por Esade, la fundó junto a Blanca Martorell y Bárbara Gasti. Aunque fue ella quien se puso al frente de la gestión diaria.
Entró en el programa de aceleración Conector, cuyo principal mentor es el reconocido emprendedor Carlos Blanco (Nucleo VB). Se hizo con el apoyo económico de Rosa Tous, de la firma de joyería familiar, y Marc Ros, director de la agencia de publicidad Aftershare. Tous mantiene en su fundación a la polémica e iracunda monja separatista sor Lucía Caram, para quien Carles Puigdemont ha pedido que se le conceda la Creu de Sant Jordi.
Ventas bajas
Manuel Jadraque, exconsejero delegado de Desigual; Mar Pallás, de Hailo; e Inés Urés, de Treatwell, financiaron la compañía al participar en las rondas que se abrieron a continuación. Un apoyo destacado al plan de negocios previsto.
El problema es que las ventas no llegaron al mínimo planeado. Su público potencial, mujeres de entre 25 y 55 años, consideraron que los 99 euros de media era un precio demasiado alto. No se podía rebajar por el coste que suponía la fabricación casi artesanal en el municipio alicantino de Elda, un fallo en la gestión del producto que no se ha podido solventar.
Plan de expansión ambicioso
Sí que alcanzó los 100.000 euros de facturación en su primer ejercicio. Fuentes conocedoras de la operativa de la firma indican que el ambicioso plan de expansión no acompañó a consolidar los resultados económicos.
Ursulitas abrió un local de exposición en la calle Balmes de Barcelona. Estaba llamada a ser la primera tienda a pie de calle de la compañía y se tenía preparada una segunda ronda de financiación para el segundo semestre de 2017 con el objetivo de abrir más establecimientos. El pasivo acumulado frenó esta operación.
Nueva etapa de Ponce
Finalmente, Ponce llevó los libros al juzgado y abandonó la compañía. Moda.es indica que ha fichado como responsable comercial de la marca de ropa deportiva Taymory. En su nuevo puesto, Ponce pondrá a contribución las experiencias vividas como empresaria y las enseñanzas que ha extraído de su fracasada compañía.