Datos móviles sin límites. MásMóvil intentó romper la baraja de las ofertas a consumidores a principios de abril con una propuesta que se vehiculaba a través de Yoigo e implicaba que por primera vez en España un cliente pueda obtener gigas infinitos. Eso sí, por tiempo limitado (30 de junio) y con un coste de 99 euros al mes por fibra de 50 Mbps, una propuesta económica que se aleja de su principal claim hasta la fecha, el de contener el coste de las tarifas. La gran asignatura pendiente en España.
El anuncio fue interpretado de entrada de entrada por los competidores como un órdago enfocado más a una cuestión de marketing de los de Meinrad Spenger que el de avanzar hacia una demanda real del consumidor. Pero esta semana, y contra todo pronóstico, ha propiciado que Vodafone mueva ficha y si tire a la piscina del consumo sin límite alguno.
‘Superpass’ de Vodafone
La compañía dirigida por Francisco Román ha contestado con las nuevas ofertas Superpass. El nombre al que han otorgado a un grupo de aplicaciones que podrán estar activas tanto tiempo como sea necesario sin ninguna afectación a la tarifa de datos contratada. Servicios de música, mapas y vídeos que se deben contratar de forma separada por 14 euros mensuales. Se añadirán a los sociales (redes y chats) que ya estaban incluidas en las tarifas actuales.
El grupo británico justifica que se ha centrado en los servicios más utilizados por sus clientes, que suponen cerca del 80% del tráfico medio en su red en España. Indica, asimismo, que en el último año han crecido un 350% el consumo de aplicaciones de redes sociales, música, mapas, mensajerías y vídeo y que los actuales clientes de Pass consumen de media un volumen de datos cinco veces superior al cliente medio.
Consumo medio
¿Cuál es el uso real del consumidor español? Estudios sectoriales afirman que está al entorno de los cuatro gigas mensuales. Cifra que se supera habitualmente en los meses de verano, cuando el periodo vacaciones propicia que no se conecten de forma habitual a las redes wifi tanto personales como del trabajo.
Capítulo aparte, en la batalla por la comercialización se debe tener en cuenta quién es propietario de los servicios de fibra y las antenas a las que se conectan las diferentes operadoras. MásMóvil, por ejemplo, usa la infraestructura de Orange. Compañía que también se beneficiará si la nueva tarifa sin límites triunfa.
Orange apela a las necesidades
Aunque, oficialmente, los portavoces del operador francés cargan contra la utilidad real de este modelo. “Nadie tiene la necesidad de nada infinito”, indica el director de Marketing del grupo en España, Samuel Muñoz, que reconoce que “puede ser un reclamo muy marketiniano”.
El ejecutivo defiende la oferta que Orange ya tiene en España. Asegura que la estrategia que siguen es la de satisfacer las “necesidades reales de los clientes”. Recuerda que cuentan con paquetes de hasta 30 gigas que se pueden compartir entre tres líneas y bonos adicionales de dos, cinco y 10 gigas que se pueden contratar por 8,95; 14,95 y 19,95 euros mensuales. Además de la promoción de cuatro gigas extras que se obtienen durante los dos primeros años de contrato.
Telefónica, a la batalla por el contrato completo
Telefónica, por su parte, mantiene que no tiene planes para modificar sus tarifas en el corto plazo. Considera que ya dan respuesta a las demandas actuales de los consumidores con propuestas que llegan a los 25 gigas mensuales que, de nuevo, se pueden repartir entre varias líneas activas y que parten de los 48 euros mensuales.
La batalla que disputa el gigante dirigido por José María Álvarez Pallete es el de los servicios convergentes, sus planes fusión. Intentar ganar clientes con una oferta que incluye telefonía fija, móvil, wifi, datos móviles y televisión por pago. Con añadidos como deportes, películas o series. Y, todo ello, a partir de los 100 euros mensuales que cuesta la propuesta sin límites de MásMóvil.