El comité de empresa del Metro de la capital catalana se ha encerrado este jueves al mediodía en el edificio de Transports Metrpolitans de Barcelona (TMB). Exigen que se sienten con ellos el presidente de la empresa pública, Enric Cañas, para debatir sobre los reiterados incumplimientos que consideran que se dan en materia laboral en el suburbano y que ha llevado a dos conflictos colectivos judiciales y a 11 denuncias en Inspección de Trabajo, tal y como avanzó Crónica Global.
Ahora, los representantes de los trabajadores han dado un golpe en la mesa. Se niegan a salir de una sala de reuniones que está situada al frente del despacho de Cañas y advierten de que si el directivo no acude a esta reunión darán por entendido que se rompen las relaciones laborales en el grupo. Es decir, amenazan con un nuevo conflicto en el Metro.
Huelgas anteriores
Existe un principio de acuerdo entre los representantes de todas las secciones sindicales de la compañía para llevar adelante esta protesta. Se abriría un nuevo periodo de reivindicaciones cuando no se ha cumplido ni un año de la firma del convenio colectivo del suburbano, la rubrica que puso punto y final a un año y medio de huelgas del servicio.
Los portavoces del comité de empresa aseguran que la dirección se resiste a aplicar los cambios pactados en este proceso. Explica que sus demandas siempre han sido respondidas con una negativa incluso de iniciar un diálogo.
Indican que no tienen prisa y que pueden pasarse toda la tarde en el despacho. Esperan a Cañas.