El taxi de Barcelona recibió 650 denuncias en 2017, un 49,43% más que el año anterior. Los inicios de procesos de sanción por malas prácticas en el sector aumentaron de forma notable, así como los expedientes sancionadores, que se incrementaron un 36,84%.
Según ha señalado el Instituto Metropolitano del Taxi (Imet) a este medio, las "amonestaciones y denuncias" pasaron de 435 en 2016 a 650 el pasado año. Con lo que respecta a los expedientes sancionadores, éstos se incrementaron de 779 dos ejercicios atrás a 1.066 en 2017. La cifra recoge las denuncias incoadas por los servicios de inspección del Imet, así como las iniciadas por agentes de la Guàrdia Urbana de Barcelona y los Mossos d'Esquadra.
Menos que las VTC
Cabe destacar que las denuncias y expedientes de sanción propuestos al taxi de Barcelona son menores, en proporción, a los iniciados contra coches con autorización de vehículo de alquiler con conductor (VTC). Si en el área metropolitana de la Ciudad Condal existen unas 10.500 licencias de taxi, las propuestas de multa tramitadas en 2017 fueron equivalentes al 10% de la flota.
Por contra, la dirección general de Transports de la Generalitat propuso sancionar a 421 vehículos con permiso VTC durante el mismo periodo, el año 2017, lo que equivale a posibles multas para el 53% del total de coches con estas autorizaciones que operan en Cataluña.
Pugna taxi-VTC
Los datos de sanciones a taxistas y a vehículos VTC se conocen en plena pugna entre los primeros y las aplicaciones Uber y Cabify, que operan desde diciembre de 2017 y marzo de este año en Barcelona, respectivamente, con automóviles con este permiso.
El colectivo del autotaxi afea a las plataformas que operen a través de terceras empresas. Las tecnológicas, por su parte, argumentan que realizan su servicio mediante autorizaciones "perfectamente legales" y que aumentan las opciones de movilidad en la Ciudad Condal.