La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) ha rechazado la marca de los manteros, Top Manta, por "carecer de capacidad para ser percibida por el público como una marca, sino como una forma de venta ambulante o de venta en la calle, principalmente de productos de imitación o falsificación, que suelen coincidir con el tipo de productos para los que se solicita".
El Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual publica la denegación total de la marca nacional Top Manta con Nº 3675632, solicitada en julio de 2017 por representantes de los manteros, aceptando así las alegaciones presentadas por la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) y la firma de asesoría Isern Patentes y Marcas.
Inducción a error
Isern ha explicado en un comunicado que decidió presentar oposición para proteger el interés general de todas las empresas y comercios víctimas de las falsificaciones y el top manta.
La oposición de esta firma se sustenta en las prohibiciones legales que no permiten que se registren marcas que sean contrarias a la ley, al orden público o a las buenas costumbres, así como las que puedan inducir al público a error, por ejemplo, sobre la naturaleza, la calidad o la procedencia geográfica del producto o servicio.
Una paradoja
"Se trata de no legitimar comercialmente el nombre de una actividad delictiva que se basa en gran medida en la piratería y en la venta callejera de productos falsificados por parte de las mafias aprovechándose de las necesidades de las personas en riesgo de exclusión social y que merecen soluciones para obtener una vida más digna", ha manifestado Pepe Isern, socio de Isern Patentes y Marcas.
Para Isern, "es paradójico que quienes se dedican a actividades fuera de la ley comercializando con falsificaciones tengan sensibilidad para proteger una marca de posibles fraudes".
El rechazo de la OEPM a la solicitud de registrar la marca Top Manta llega justo en plena polémica por el fallecimiento de un mantero en Madrid, que provocó la semana pasada disturbios en el barrio de Lavapiés.