Patronales y sindicatos se han tomado la renovación del Acuerdo Interprofesional de Cataluña (AIC), el pacto marco de los convenios colectivos, como una oportunidad de mandar el mensaje de que la actividad empresarial, con sus consecuencias en lo laboral, avanza al margen de los vaivenes políticos en los que está inmersa la comunidad. “Influye en el nivel de estabilidad, tranquilidad, seguridad jurídica y en mostrar el apoyo a las empresas y trabajadores de Cataluña”, ha explicado el director de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de Foment del Treball, Javier Ibars.
El ejecutivo indica que la situación “política e institucional que vivimos ha tenido incidencia para iniciar la negociación con más fuerza”. La mesa negociadora se constituyó el pasado jueves y se ha fijado un calendario que contempla que este órgano en el que se sientan representantes de CCOO, UGT, Pimec y la gran patronal catalana se reunirá cada viernes.
Voluntad de un acuerdo
Encuentros que discurrirán de forma paralela a los avances que se haga en los distintos grupos de trabajo a los que también se han dado forma para abordar materias muy concretas del AIC. Una intensidad en el debate que “no es habitual en una negociación de estas características”, ha manifestado Ibars.
Tanto él como la presidenta de la Comisión Laboral y de Recursos Humanos de la patronal, María Ángeles Tejada, aseguran que hay voluntad por ambas partes de llegar a un pacto en materia de negociación colectiva lo antes posible. Reconocen que no será sencillo por el listado de materias que la parte sindical ha presentado en la primera reunión, un documento que las patronales deben analizar y responder en los próximos días.
Multiservicios y economía colaborativa
El gran pacto de los convenios colectivos en Cataluña, un documento que tiene cuatro años de vigencia, abordará por primera vez cuestiones que han incidido con fuerza en el mercado laboral. Deberá fijar límites a las llamadas empresas multiservicio, a las que los sindicatos les han declarado la guerra por las condiciones laborales que ofrecen a empleados de hoteles o a los que ofrecen servicios subrogados de grandes grupos.
Algo similar a lo que ocurre con las relaciones laborales de las nuevas compañías llevan la etiqueta de economía colaborativa. Como, por ejemplo, en los colectivos de repartidores de empresas como Deliveroo o Glovo cuya discusión vendrá marcada en gran medida por lo que concluyan los dos expedientes que Inspección de Trabajo ha abierto para este colectivo en Madrid y Valencia.
Otro de los nuevos debates que se abordarán en este AIC es la irrupción de la digitalización y el avance hacia la Industria 4.0. El próximo gran cambio en materia productiva en todo el mundo.
Pacto de los salarios
En materia salarial el convenio catalán no tiene demasiado margen de maniobra. Esta discusión se mantiene a nivel estatal entre CCOO, UGT, COEO y Cepyme, que abrieron formalmente en diciembre la renovación del IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (ANC). La patronal catalana, una de las más importantes de la organización empresarial del país por aportaciones netas, ha mostrado su pesimismo en que se alcance un pacto.
Ibars ha declarado que a nivel empresarial es muy complejo dar el visto bueno a la fórmula que proponen los sindicatos de revalorizar las retribuciones. “Proponen un mínimo de 1.000 euros, un incremento salarial muy superior a la negociación colectiva con cláusulas de garantías indexadas al IPC y no a la situación de las empresas como la productividad y la competitividad”, indica, además de poner en duda la valoración de estos elementos a nivel sectorial. “Una empresa lo puede hacer, pero determinarlo en un sector es muy complejo”, ha puntualizado Tejada.
Con todo, aseguran que aún hay mucho margen para que la negociación avance. Sería la segunda ocasión consecutiva que el diálogo de los salarios en España encalla.