Antonio Almendros, administrador concursal de la inmobiliaria Larcovi SAL, ha elevado al Juzgado Mercantil número 8 de Madrid el informe definitivo sobre la empresa. Esta instó suspensión de pagos en 2016.
Según el documento, la compañía tiene un activo de 161 millones. Las deudas alcanzan los 225 millones. En consecuencia, el boquete en los fondos propios alcanza los 64 millones.
La partida más voluminosa de los bienes corresponde a la cartera inmobiliaria de Larcovi, que abarca 1.200 pisos, plazas de aparcamiento, chalets y fincas rústicas, más un amplio surtido de cuadros, mobiliario y material informático, valorados en conjunto en 150 millones.
Sin nuevos ingresos
Las rúbricas más gruesas del pasivo exigible son créditos con privilegio especial, por valor de 135 millones; créditos ordinarios, por 79 millones; el resto son créditos subordinados y contingentes.
En la actual situación de la empresa, su actividad se limita a vender los activos y todas las vías de posible generación de nuevos ingresos están cegadas. De ahí que, según el administrador concursal, sea “inalcanzable un convenio de acreedores” y la única salida consista en “la liquidación concursal, en la que presumiblemente no se podrá satisfacer a todos los acreedores reconocidos”. Ello supondrá “la conclusión del concurso con un déficit concursal significativo”.