La tensión política en Cataluña está hundiendo la inversión inmobiliaria en Barcelona y el resto de la región. El bufete Busquets Gálvez, gestores de fondos e intermediarios alertan de un parón en la prospección de mercado y de las operaciones en las que ya se habían firmado las arras penitenciales.
"El primer golpe ha sido en el alquiler de oficinas. Tenemos constancia de operaciones de arrendamiento en barrios como el 22@ de Barcelona que se han aplazado. Son, sobre todo, multinacionales que prefieren esperar en función de lo que acontezca en Cataluña", ha explicado un portavoz del prestigioso bufete.
"Ello es muy grave porque impacta directamente sobre la generación de empleo. Luego viene la inversión en proyectos. Operaciones para vender edificios enteros se han detenido. Lo último serán los locales comerciales: caerá el número de transacciones al desplomarse el consumo", ha agregado la misma fuente.
"Peor que los atentados"
El fundador de un vehículo de inversión patrimonial que prefiere no revelar su nombre avala la tesis. "En nuestro caso no ha afectado porque trabajamos con clientes muy enfocados a la rentabilidad. Pero hay muchas oficinas que sí están verbalizando su profunda inquietud", ha manifestado.
"Intermediarios y gestores de fondos nos dedicamos a buscar clientes. Si un propietario quiere vender y no puede, es que cae la demanda. Ello hundirá el precio de los activos, lógicamente", ha razonado el mismo directivo.
"Mientras que los atentados yihadistas de Barcelona no afectaron en demasía, la inestabilidad actual sí lo hace. Si se declara la independencia unilateral, el perfil inversor prudente huirá despavorido".
"Dejan de buscar"
Otro de los ejecutivos consultados matiza la posición de sus rivales. "Las compraventas en el sector inmobiliario tienen su proceso. Ahora mismo tengo dos operaciones atadas para octubre. Y se mantienen. El impacto de la inestabilidad, creo, se produce en la búsqueda de activos", ha aseverado.
"El problema es si se declara la independencia y peligran las operaciones en las que se han firmado las arras penitenciales. ¿Recuperarán los inversores esa reserva? Difícilmente", ha advertido.
Según el profesional, si cae la demanda por invertir en Barcelona, la capital catalana deberá jugárselo todo a los precios atractivos para mantener el ritmo de operaciones. "En esta liga, sin embargo, hay otras muchas ciudades", ha concluido.