El Grupo Farga, productor de los helados Farggi y La Menorquina, ha comunicado este martes que a partir del 13 de octubre concentrará su producción en el centro de Palau-Solità i Plegamans. Eso implica la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 153 trabajadores de las plantas catalanas y se aplicará hasta finales de 2018.
Principalmente del centro situado en Barcelona, en el barrio de Poblenou. Los terrenos de esta factoría se vendieron hace meses y toda la plantilla se repartirá entre la fábrica que centrará la producción y las oficinas de Santa Perpètua de Mogoda.
Movilización sindical
Tras tres reuniones, el comité de empresa ha decidido emitir un comunicado en el que rechaza la medida. Denuncia que el objetivo de la familia Farga es aprovechar la reestructuración para precarizar el empleo y externalizar procesos. Ponen en cuestión la amortización de 106 empleos, las 76 novaciones de contrato para pasar de fijo a fijo discontinuo que se han puesto sobre la mesa y los 30 despidos que se aprobarían para externalizar las funciones, según los sindicatos del grupo. Los 47 restantes se justifican por duplicidades.
Los representantes de los trabajadores exigen un plan industrial para que garantice la continuidad del empleo. Consideran que la familia propietaria del negocio heladero aún no ha asumido este compromiso laboral y amenazan con movilizaciones para reivindicarlo. De hecho, los trabajadores se reunirán en varias asambleas el próximo jueves para acordar el calendario de movilizaciones.
Plan de acompañamiento social
Los portavoces del Grupo Farga indican que se han visto arrastrados por la sobrecapacidad productiva de la planta de Barcelona y por la estacionalidad de su comercialización. Han alegado causas organizativas al plantear la medida. Aseguran que la reestructuración de la plantilla era la única posibilidad para adaptarse a las “necesidades del mercado”. Están asesorados en este proceso por el bufete Ramon y Cajal.
Recuerdan que ya estaba previsto centralizar la producción en el plan de adquisición del negocio peninsular y balear de Kalise-Menorquina, una operación que se firmó el pasado 10 de abril. Reivindican el plan de acompañamiento social que han puesto sobre la mesa para intentar que las medidas que se acuerden sean lo menos traumáticas posibles.
Entrada de Black Toro en el capital
Grupo Farga tiene una cuota de mercado de helados del 20% y su negocio global supera los 140 millones, indican los portavoces de la compañía. Además de la compra de Kalise-La Menorquina, el accionariado ha cambiado en el ejercicio en curso. El fondo de inversión Black Toro desembolsó 40 millones para tomar el 45% del capital, una inyección de liquidez que se usó en la adquisición.
La entrada de Black Toro también ha sido muy importante para superar las pérdidas. Arrasatraba un pasivo de 34 millones desde 2012 y una deuda bancaria que creció hasta los 65 millones. Las ventas han estado estancadas en torno a los 46 millones.