El mercado inmobiliario crecerá a menor ritmo a partir de 2019 en Barcelona

Los años 2017 y 2018 serán los mejores del mercado inmobiliario en Barcelona. El crecimiento del sector empezará a ralentizarse a partir de 2019, cuando los precios tanto de la venta como del alquiler se moderarán. Ésta es la principal conclusión del informe inmobiliario elaborado por la consultora Forcadell y la Universitat de Barcelona (UB).

“No habrá otra burbuja inmobiliaria”, asegura el estudio. El aumento de los tipos de interés que prevén los expertos entre finales de 2018 y principios de 2019 “dejará el mercado en stand by” en la capital catalana, según el profesor de Economía de la UB Gonzalo Bernardos, que ha presentado el estudio el mediodía de este miércoles, 28 de junio.

Es por esta razón que el sector pasará de la gran expansión que empezó en 2016 y se consolida este año, a la ralentización. Para 2017, se espera un crecimiento de los precios de compraventa del 20%, aunque todavía no habrán tocado techo.

Los inversores cambian

La inversión inmobiliaria residencial vuelve a ser atractiva: de cada 10 contratos de alquiler que terminan, seis viviendas se ponen en venta, según datos de Forcadell. Y es que los precios en la capital catalana han llegado a un nivel en el que es rentable vender. Mientras que la demanda sube, la oferta se reduce.

Si los inversores que habían apostado por el mercado inmobiliario español habían sido internacionales durante los años de crisis, ahora serán sustituidos por los nacionales. Los primeros serán los que más aprovecharán la situación, ya que obtendrán plusvalías importantes.

Las oportunidades de inversión provechosa, en los próximos años, se trasladarán a la periferia de las grandes ciudades. L’Hospitalet de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Sant Just Desvern y Badalona, por ejemplo, continuarán creciendo a partir de 2019, cuando el mercado en Barcelona se ralentice.

Alquiler y turismo

Desde Forcadell ven la consolidación de modelos de negocio diferentes a los tradicionales, como Airbnb, como un reto. De los 2,4 millones de pisos de alquiler que había en Cataluña en 2016, 300.000 se ofertaban en Airbnb. Este año, la inmobiliaria calcula un aumento hasta los 450.000. No solo explican el fenómeno por la mayor rentabilidad frente al alquiler residencial que ofrece.

“Hay otros factores que influyen, como una mayor seguridad jurídica, ya que no se producen impagos ni situaciones que motiven desalojos”, ha explicado el director del área inmobiliaria de Forcadell, Antonio López. Los precios del alquiler no han llegado a los de otras ciudades europeas. Bernardos rechaza la idea de la gentrificación: “La gente tiene que concienciarse de que Barcelona es una ciudad pequeña y que nacer en un barrio no te da derecho a quedarte”.