El consejero delegado de IAG, Willie Walsh, ha cifrado en 91 millones de euros las pérdidas tras el corte de energía en la base de datos de British Airways, que comenzó el pasado 27 de mayo y que duró tres días.
El dirigente irlandés ha anunciado que el grupo IAG ha puesto en marcha una investigación al respecto: “Es una experiencia terrible para muchos clientes, lo sentimos”, ha revelado. En esta línea, Walsh ha asegurado que están “trabajando a marchas forzadas para compensar a todos los pasajeros afectados tan pronto como sea posible”.
La problemática de la compañía que dirige el español Álex Cruz provocó la cancelación de 726 vuelos, un 28% de las operaciones de la compañía en tres días.