El puerto de Barcelona es el primero en transporte de vehículos en España, pero el conflicto de la estiba y unas tarifas por encima del mercado nacional amenazan con disminuir la competitividad de la capital catalana en este ámbito. Fuentes del sector aseguran que la diferencia de precios con respecto a otros puertos españoles puede llegar a ser notable: en Barcelona, el coste puede llegar a ser hasta un 40% superior.
“A pesar de tener pocas marcas nacionales, España es un referente mundial en el transporte marítimo de automóviles”, asegura Emilio Sanz, el presidente de la Asociación de Transitarios Internacionales (ATEIA) de Barcelona. El puerto más importante en el sector es el de Barcelona, seguido de Sagunto (Valencia) y Santander, explica.
El PDECat negocia con el PP facilitarle la aprobación del decreto que tiene que reformar la estiba y terminar con el monopolio instalado. De momento, el texto se mantiene en secreto y no ha trascendido ni a la patronal Anesco ni a los sindicatos de estibadores. A cambio del apoyo al Gobierno, la antigua Convergència se aseguraría mantener a Sixte Cambra en la presidencia del Puerto de Barcelona.
Precios poco competitivos
Las tarifas que tienen que pagar las empresas para transportar automóviles las determina el Ministerio de Fomento a través de Puertos del Estado, y son las mismas en todos los mercantes. Además de la básica, cada puerto puede ofrecer bonificaciones a las navieras, según explican fuentes de la Autoridad Portuaria de Barcelona.
Éstas se conceden según varios criterios, como el número de escalas que realiza el barco cada año o si es el primer puerto europeo en el que para. Ahora bien, las mismas fuentes atribuyen esta diferencia de precios en el puerto de la capital catalana a los “servicios de valor añadido” que se dan a los vehículos. Autoterminal y Setram son las operadoras que cargan y descargan automóviles en Barcelona.
Adiós al servicio exclusivamente comercial
El puerto de la capital catalana está especializado en la automoción desde hace tiempo. El año pasado, pasaron hasta 917.000 vehículos, un 4% más que en 2015. Pero su actividad en el sector ha evolucionado. Ha pasado de tener un servicio exclusivamente comercial a manipular los vehículos.
“Uno de estos servicios que ofrecen las terminales es el ensamblaje, por ejemplo”, comentan las fuentes portuarias consultadas. “El coste de canalizar un vehículos por un puerto u otro no solo depende de las tasas, sino también de los servicios adicionales, el precio de la terminal, la aduana, el transporte terrestre…”.
Todas estas labores las desempeñan los estibadores. Las empresas tienen la obligatoriedad de contratarlo a la Sagep, la sociedad anónima de gestión de trabajadores portuarios. Esta limitación en la contratación de los profesionales encarece todavía más el producto final.