La concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Vidal (EUiA), debe afrontar el malestar que existe en el seno de su partido por la gestión del conflicto laboral en el metro de la ciudad. Concretamente, las consecuencias de sus valoraciones sobre la huelga en el servicio del suburbano todos los lunes a partir de este 24 de abril.
Vidal cargó públicamente contra la convocatoria. “No tiene razón de ser”, aseguró, porque todas las propuestas que han remitido desde Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la empresa pública que preside, al comité de empresa durante el último año y medio no incluyen ningún recorte.
Malestar dentro de CCOO
Añadió que los trabajadores del suburbano tienen unas “condiciones laborales dignas que se mantienen y amplían”. La declaración cayó como un jarro de agua fría entre los representantes de los empleados. “Desde luego, han sido muy desafortunadas”, comentan fuentes de la sección de CCOO. Los otros sindicatos han expresado opiniones similares.
“Es triste que estas palabras vengan de una persona que milite comunista en Cataluña y dice que es de izquierdas”, añaden los mismos interlocutores. Recuerdan que fueron ellos los que votaron a Vidal y a BComú en las pasadas elecciones locales y consideran que su moneda de cambio ha sido “proteger a la dirección”.
Retribución de objetivos de la cúpula
Critican que no haya publicado el detalle ni el organigrama oficial de la cúpula de TMB y que no impidiera el pago de sus objetivos del ejercicio en curso y los atrasos de 2016 y 2015 en marzo. Una retribución que el exalcalde de Barcelona Xavier Trias había bloqueado y que fue el germen de la convocatoria de huelga indefinida.
Los sindicatos también señalan al Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Mantienen que la administración supramunicipal se pone de perfil en el conflicto porque lo único que le ha interesado “durante años” ha sido “colocar a gente en TMB”.
Críticas de los militantes
Los miembros de la actual dirección de la sección sindical del metro de CCOO son próximos a EUiA. Sus críticas al papel de Vidal han calado entre los militantes del partido. Desde algunas agrupaciones locales afean la gestión que la concejal de su partido ha hecho de la crisis del Metro de Barcelona y la falta de apoyo que le ha brindado a los trabajadores.
Cuestionan el nivel de enfrentamiento al que se ha llegado entre la dirección de TMB y la plantilla y ponen en duda la estrategia de negociación que se ha seguido. Eso sí, todas las fuentes consultadas indican que sus consideraciones son a título individual. El partido no ha entrado --ni piensa en hacerlo-- a valorar de forma pública la gestión de la concejal ni del Gobierno municipal de BComú.
Vidal se ha puesto la gorra de presidenta de la empresa pública. Ejerce ante los micrófonos como patrona, una función compleja ante sus bases.