Con un aplauso y de pie. CCOO de Cataluña ha despedido este martes a su secretario general, Juan Carlos Gallego, en el 11 congreso de la organización. Pasará el testigo este miércoles a Javier Pacheco tras dos mandatos. En su último discurso, la presentación del informe de gestión, Gallego ha sacado su perfil más combativo: “Estamos en posición de pasar a la ofensiva”, ha advertido a todos los presentes en la sala tras recordar la fortaleza de la organización sindical tras la crisis.
“Las tasas de afiliación empiezan a crecer” por primera vez en años. Se refuerzan y renuevan tras la crisis y eleva la bandera de la unidad sindical con la petición de nuevos “protocolos y fórmulas de acción”.
Javier Pacheco, próximo secretario general de CCOO de Cataluña / CG
“Si no avanzamos juntos, divididos y peleados perdemos utilidad”, ha reivindicado. Una idea en la que también han incidido Camil Ros, su homólogo en UGT de Cataluña, y María Recuero, la líder de USOC, invitados al inicio del congreso.
Reforma laboral
Gallego ha cargado contra los “recortes que han roto la cohesión social” y los problemas para “redistribuir la riqueza” dos años después del fin de la crisis. Una recuperación impulsada, según su relato, por el “cambio del euro, el precio del petróleo y la inestabilidad internacional”.
Ha lamentado la falta de políticas firmes para cambiar el modelo productivo y la aprobación de la reforma laboral. Ha señalado a PP, CDC (actual PDECat) y PSOE como responsables de la aprobación de este marco laboral.
Derecho a decidir
Esta es y será la prioridad del sindicato. El aún secretario general ha argumentado que la lucha para conseguir mejores condiciones laborales supera la reivindicación del derecho a decidir que se ha intentado situar como una prioridad de la organización.
Gallego ha pedido que el procés concluya con una “solución política y democrática” que acabe con el conflicto actual. Ha recordado que CCOO forma parte del pacto nacional por el referéndum porque quiere ser "partícipe de la solución", que debe venir desde la vía del diálogo entre las partes y no por la judicialización. Ha reiterado su defensa de un referéndum con garantías y vinculante. Pero sin perder el foco: “Nuestra prioridad son los derechos laborales”.
Un aviso a navegantes para el Gobierno catalán. Su presidente, Carles Puigdemont, había pedido poco antes en el acto inaugural del congreso que el sucesor de Gallego mantuviera la “radicalidad democrática” en la defensa del derecho a decidir.