El Gobierno no prolongará la edad de jubilación más allá de los 67 años. Así lo ha asegurado el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, este sábado. Ha intentado zanjar la polémica de la semana al recodar el acuerdo político que existe en este sentido.
Es decir, el pacto que PP y PSOE suscribieron en 2010 para retrasar de “forma gradual” hasta 2027 el actual límite de 65 años. La intención del Ejecutivo de Mariano Rajoy no es ir “más allá”, según su responsable económico.
Críticas al gobernador del BdE
Echa de esta forma un cable al gobernador del Banco de España, Luis María Linde. Se ha convertido en la diana de las críticas tras su intervención en la reunión del Pacto de Toledo el miércoles pasado.
El banquero sugirió que un retraso adicional de la edad de jubilación es una de las opciones que se deberían estudiar para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Prolongar la jubilación de forma voluntaria
De Guindos ha matizado sus palabras. Ha asegurado que no pidió “exactamente” un nuevo retraso, sino que resaltó que se debía establecer un sistema para prolongar la edad de jubilación de forma voluntaria.
El Gobierno ya trabaja en esta línea, según las declaraciones del ministro. Subraya que la esperanza de vida en España es cada vez más larga, uno de los problemas de población que hace inviable el actual sistema de retribuciones por jubilación.
Incentivos fiscales
Ha hablado de incentivos fiscales para fomentar que las personas que estén en condiciones de seguir activas más allá de los 67 años, mantengan su empleo.
Fue otro miembro del Gobierno la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, la que propuso al inicio de la legislatura que fuera compatible el cobro de la totalidad de la pensión con un empleo llegada la jubilación.
Creación de 1,5 millones de empleos
Más allá de este debate, De Guindos ha reconocido que nadie puede decir que España haya superado “completamente” la crisis hasta que no incremente el empleo en 1,5 millones de personas. Defiende que la actual regulación laboral es una buena herramienta para conseguir este objetivo porqué facilita la creación de nuevos puestos de trabajo.
“Uno de los principales problemas que tiene España son los parados de larga duración, que no tienen la formación que se demanda”, ha aseverado. La solución: "Invertir en formación para que sean demandados y encuentren empleo".