Foment del Treball y Cecot han alcanzado este lunes un acuerdo con la “voluntad de resolver y prevenir dificultades por la unidad empresarial”. Han firmado la paz, y la junta directiva de la gran patronal catalana la ha ratificado. Ello implica obligar a su organización díscola a dar un paso atrás, y aceptar su condición de empresa territorial.
Antoni Abad, presidente de Cecot, deberá quedarse en Terrassa (Barcelona). Finalmente, se ha comprometido a acatar las normas de funcionamiento, aprobadas por la junta directiva de su patronal madre en abril, para evitar un divorcio que no hubiera sido beneficioso para ninguna de las dos partes, tal y como reconocen ambas. Para Foment, marcaría un precedente negativo; y la organización rebelde, a pesar de que cuenta con apoyo político, debería luchar para no quedarse al margen del mapa empresarial catalán.
Representatividad de asociaciones de Cecot
El principal cambio consiste en que no podrá celebrar la 23 edición de la Noche del Empresario en Barcelona, tal y como ha ocurrido en las tres últimas ediciones de la fiesta. Con todo, el acuerdo deja la puerta abierta a celebrar en la capital catalana ciertos actos e, incluso, trasladar oficinas de representación de sus asociaciones.
Para algunas de ellas, entre las que se cuenta la correduría de seguros, Cataluña es su ámbito de referencia. Otras, como la del metal, están en plena expansión territorial tras alcanzar un acuerdo de colaboración con su homóloga de Sabadell (Barcelona), cimentado sobre la eficiencia económica.
Separación de marcas
En cualquier caso, no se pondrá freno a este avance, siempre que se realice mediante un pacto entre las partes y dentro de un sector específico. "El futuro es colaborativo y, por lo tanto, hay que potenciar acuerdos entre las organizaciones para sumar sinergias y dotar de mejores servicios a las respectivas empresas asociadas", indican.
Además, Abad se compromete a "velar y reforzar los controles de los actuales sistemas y procedimientos de promoción asociativa". Hace hincapié en el "terreno de la imagen, con el fin de evitar confusiones entre la propia Cecot y sus organizaciones sectoriales".
Libertad de expresión
En contrapartida, Foment reconoce la "libertad de opinión que ampara el código ético y de buen gobierno" que está vigente en la gran patronal. Se recuperará la cierta manga ancha que, históricamente, ha existido entre los posicionamientos públicos de ambas patronales, sin choques ni desmentidos.
La organización de Terrassa ha sido, tradicionalmente, próxima a CDC, sobre todo por la importancia que su presidente ha ostentado dentro del partido. La gran patronal catalana, sin embargo, se ha distanciado de la formación del presidente de la Generalitat. Especialmente, tras el denominado procés. Foment del Treball se ha convertido en la gran voz empresarial contraria al independentismo, mientras que Cecot, por el contrario, lo ha abrazado.
Pacto sobre el papel
¿Se ha promocionado Cecot gracias al pulso que le ha echado a su patronal madre? Algunos miembros de Foment respaldan este relato. Igual que lo hace el anuncio de Abad de que se presentaría a las elecciones para relevar a Joaquim Gay de Montellà en su cargo al frente de Foment. Las enmarcan en este proceso, que esperan que concluya.
El fair play se ha impuesto de nuevo en el seno de la gran patronal catalana. Por lo menos, sobre el papel.