Antonio Asensio (D), presidente del Grupo Zeta, y Conrado Carnal, director general, en una imagen de archivo / EFE

Antonio Asensio (D), presidente del Grupo Zeta, y Conrado Carnal, director general, en una imagen de archivo / EFE

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Popular, Caixabank e ICF concentran el grueso de la deuda del Grupo Zeta con la banca

'El Periódico de Cataluña' responde por el 60% del pasivo, que en total asciende a 97,8 millones

18 enero, 2017 00:00

El grueso de la deuda del Grupo Zeta se concentra en el Banco Popular, Caixabank y el ICF, según se desprende del desglose del pacto de refinanciación firmado en 2015 por los directivos de la empresa y los representantes de las 15 entidades bancarias que constituyen el pool de acreedores.

Fruto de ese acuerdo, firmado para que tuviera una vigencia de seis años, El Periódico de Cataluña pasó a concentrar el 60% de los 97,8 millones de euros que constituyen el pasivo financiero total.

El papel del ICF

En concreto, el diario debe responder de 12 millones ante el Banco Popular, idéntica cantidad que ante Caixabank, mientras que el débito contraído con el Banco Sabadell asciende a 8,5 millones y con el BBVA a seis. Sorprende, por abultada, la deuda con el banco público catalán, el Institut Català de Finances (ICF), que es de ocho millones. Las cantidades van descendiendo hasta llegar al último de los 15 bancos del pool.

El resto de las empresas del Grupo Zeta, que respaldan el otro 40%, tienen una deuda distribuida de forma semejante al buque insignia. 6,5 millones con el Popular; siete con Caixabank; cuatro con el Sabadell y con el BBVA; dos con el ICF. Y así hasta el último de los 15.

Las alarmas

El pasado noviembre saltaron las alarmas en los cuarteles generales de los bancos del pool. Los directivos del holding mediático les avisaron de que no podrían hacer frente al pago de casi seis millones que vencía en diciembre.

A la vez, solicitaban un nuevo plan de refinanciación y la ampliación del crédito en 25 millones para abordar la reconversión definitiva del negocio analógico al digital.

La empresa, que había puesto a la venta la planta impresora situada en Parets del Vallès sin haberlo comunicado a los trabajadores --ni siquiera a los de la misma rotativa--, se ha visto obligada a retirar los anuncios en las últimas horas.