Caen las ventas y los beneficios de Conservas Dani

El flujo de caja menguó de 7,3 a 4 millones. De forma paralela, el beneficio consolidado se desplomó de 5 a 1,7 millones, el resultado más exiguo desde 2011, cuando Dani contabilizó unas pérdidas de casi medio millón.

El grupo tiene su sede central en Vilassar de Mar (Barcelona). Se dedica a producir y vender conservas de pescado y especias. Cuenta para ello con fábricas de conservas de pescado en la misma localidad, Galicia, Reino Unido, Chile y Boston. En ellas envasa almejas, navajas, navajuelas, caracoles de mar, machas, mejillones y berberechos, entre otros productos.

Hace tres años, Dani puso en marcha un programa de actuaciones para mitigar al máximo los efectos de la crisis imperante. Así, entre otras iniciativas, centró sus esfuerzos en los negocios clave, abandonó los no estratégicos, depuró las fuentes de suministro de materias primas e invirtió en la mejora de los procesos productivos.

Además, siguió dedicando copiosos recursos a impulsar la exportación. Considera que el mercado nacional es maduro y está consolidado. Por tanto, no cree que se puedan albergar excesivas ilusiones sobre él, pues ofrece escasas expectativas de crecimiento. Actualmente, Dani exporta a medio centenar de países y dispone de filiales propias en Reino Unido, Chile y México.

El grupo, que emplea a casi 500 personas, nació en 1948 por impulso de Daniel Sánchez Simón, quien a la sazón actuaba como representante de especias y conservas. En 1970, se constituyó Distribuciones Vilassar, germen de Conservas Dani. Las riendas de la compañía están empuñadas hoy por Daniel Sánchez Llibre, hijo del fundador, en su calidad de presidente ejecutivo. Su hijo Xavier Sánchez Galván ejerce de consejero delegado.