Ada Colau (c), alcaldesa y presidenta de Fira Barcelona; Jordi Baiget (2i), consejero de Empresa y Conocimiento y vicepresidente primero de la institución; Miquel Valls (i), presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente segundo; José Luís Bonet (2d

Ada Colau (c), alcaldesa y presidenta de Fira Barcelona; Jordi Baiget (2i), consejero de Empresa y Conocimiento y vicepresidente primero de la institución; Miquel Valls (i), presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente segundo; José Luís Bonet (2d

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La encrucijada de Fira Barcelona

Las diferentes sensibilidades del ayuntamiento, la Generalitat y la Cámara de Comercio de la ciudad dificultan la sustitución de José Luis Bonet en el consejo de la institución

17 diciembre, 2016 00:00

Fira Barcelona cierra un buen ejercicio en el capítulo económico que arroja retos para el próximo año. El primero, la renovación de los órganos de gobierno. Los estatutos de la institución marcan que el candidato que se proponga en el consejo deberá contar con el apoyo unitario del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y la Cámara de Comercio de la ciudad, la encargada de proponer formalmente al aspirante. Pero las diferentes sensibilidades de estos tres actores convierten la búsqueda en un verdadero desafío.

La situación es aún más compleja que la de hace tres años, cuando se decidió modificar las reglas de juego y permitir que José Luis Bonet se quedara un tercer mandato como presidente del consejo de administración. Tras ocho años en el cargo, incluso ha cambiado la situación personal del empresario. Compagina Fira Barcelona con la presidencia de la Cámara de Comercio de España, otro cargo institucional que le requiere una actividad constante, y con la de Freixenet, la compañía familiar que vive una época convulsa.

Relevo de tres consejeros

Prolongar su mandato hasta los 12 años ni siquiera es una buena medida en un momento en el que la bandera de la regeneración ha llegado a todos los ámbitos, indican fuentes de su entorno. Junto a él saldrán del órgano de gobierno de Fira Barcelona otros tres consejeros a los que se les acaba el mandato: Enrique Lacalle, responsable del salón inmobiliario Barcelona Meeting Point; Enric Crous, consejero delegado de Cacaolat, y Núria Basi, máxima responsable del grupo Basi.

Todos ellos se quedan sin la posibilidad de liderar la institución a pesar de que sus nombres han estado en la terna en varias ocasiones. Actualmente, hay otras cinco personas en el consejo de administración de Fira Barcelona y tres candidatos claros, según las fuentes empresariales consultadas.

Candidatos actuales

Se trata de Miquel Martí, presidente de Moventia y miembro de Femcat, un ejecutivo cuya trayectoria está muy bien considerada por el Govern; Luis Conde, fundador de la firma de búsqueda de directivos Seeliger y Conde, una de las figuras más conocidas del empresariado catalán y próximo al PP, y Pedro Fontana, director general de Elior Concesiones.

Tienen menos posibilidades el responsable de Rothschild España y Willis C, Carles Villarubí, hasta que dé carpetazo a la imputación judicial que le pesa por una derivada del caso Pujol, y el presidente de Derby Hoteles, Jordi Clos, por su enfrentamiento con el ayuntamiento dirigido por Ada Colau por la moratoria del sector.

Proceso abierto hasta diciembre

La Generalitat, el ayuntamiento y la Cámara de Comercio tienen cierto margen en escoger al sustituto de Bonet porque también tienen el mandato de pactar a los nuevos consejeros, por lo que hay espacio para sus apuestas a título individual.

A Bonet y los otros tres consejeros les vence el mandato en julio. El presidente de la Cámara de Comercio de España ha manifestado su interés en que cuanto antes se ejecute el relevo, mejor, aunque el propio Valls advirtió en la presentación del cierre provisional del ejercicio, este viernes, de que incluso se podría llegar a diciembre de 2017 para ejecutar el relevo, una salida que no gusta a ninguna de las partes implicadas.

Elecciones catalanas y ley de cámaras catalana

Valls tiene en el calendario otro elemento para forzar un pacto entre el ayuntamiento y la Generalitat, pero la única que tiene garantizada su continuidad por ahora en la institución es la alcaldesa de Barcelona. El tempo del procés podría llevar a unas elecciones catalanas en septiembre y se ha presentado la nueva ley para regular las cámaras de comercio en Cataluña. Incluso el rol de la persona que debe proponer un nombre para relevar a Bonet está en el aire.

Se prevé un proceso complejo marcado por la discreción que persiguen todos sus protagonistas. Por ahora, y casi de forma preventiva, el mensaje que la Generalitat, la Cámara de Comercio y la propia Fira Barcelona han hecho llegar al equipo de Colau es que el éxito de una institución de estas características se ha conseguido gracias a la colaboración público-privada.

Triple objetivo de Colau

La alcaldesa ha virado su discurso activista contra el empresariado que se temía y criticaba a partes iguales cuando alcanzó la alcaldía de Barcelona, pero mantiene que “no vale crecer a cualquier precio” y que la “plataforma económica más importante de la ciudad” debe crecer con un triple objetivo: “El económico, el social y el medioambiental”.

En poco más de seis meses, estas voluntades se deberán reflejar en el nuevo consejo de administración.