Las limpiadoras, contra una multinacional. Las camareras de piso se rebelan contra Hilton y acusan a la cadena de "esclavizarlas". El conflicto ha estallado en el hotel Diagonal Mar de Barcelona, donde hay una pugna entre una treintena de empleadas y la hotelera con sede en Texas (Estados Unidos). El personal ha entrado una denuncia en Inspección de Trabajo y prepara movilizaciones.
Preguntada por el pulso, la dirección del hotel ha preferido no hacer declaraciones.
Quien sí lo ha hecho es Grupo Elosa, que tiene el contrato de limpieza de las habitaciones de Hilton. "No tenemos nada que esconder. Las empleadas se remuneran según el convenio de hostelería. Y la mayoría llevan más de 10 años trabajando. Son una plantilla estable", ha defendido una portavoz.
La representante ha agregado que el contrato con el operador hotelero estadounidense "se remonta también a más de diez años, sin ningún tipo de queja".
Estalla el conflicto
Si la paz social ha sido duradera, ya acabó. Las trabajadoras del Hilton Diagonal Mar han entrado una denuncia ante Inspección de Trabajo en la que claman contra los bajos sueldos y condiciones rayanas a la "explotación".
Es más, el lunes 12 de diciembre se concentrarán ante la delegación del organismo de vigilancia laboral para denunciar lo que consideran una "cesión ilegal de trabajadores" por parte de Hilton.
Dolores
Junto al pequeño colectivo estarán las Kellys. La asociación de camareras de piso de nuevo cuño apoyará la protesta de las empleadas. Lo hará con la batería de argumentos que ha puesto su situación laboral en el foco público.
"Pedimos la consideración de trabajo penoso. Y jubilaciones anticipadas con el 100% del sueldo. La mayoría de las limpiadoras de hotel no pueden llegar ni a los 67 años, ya que tienen la espalda y las rodillas destrozadas", aclara Myriam Barrios, presidenta de la asociación.
Según la activista, una camarera de piso hace de 20 a 30 camas diarias, muchas más si las habitaciones son dobles o triples. Ello provoca "dolores insoportables" a las trabajadoras. Muchas de ellas acuden al trabajo medicadas.
Campaña inútil
La protesta de las trabajadoras del Hilton Diagonal Mar coincidirá en el tiempo con el primer año de aplicación del código de buenas prácticas firmado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio, UGT y CCOO. El acuerdo, que buscaba avanzar hacia la "calidad en la ocupación" en hostelería, ha naufragado.
"No ha servido de nada. Las condiciones en los hoteles van a peor. En Barcelona se sigue esclavizando a las camareras de piso. No hemos visto ningún resultado", concluye Barrios.