El presidente de la gran patronal catalana, Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, asegura que los grandes problemas que ahora mismo tiene España son “el déficit y Cataluña” y tras apelar al diálogo como vía de solución, ha reafirmado su apuesta por el pacto fiscal que, en julio de 2011, hizo la entidad. Asimismo, reivindica un reconocimiento de “la lengua, la presencia de Cataluña en organismos internacionales y su consideración de nacionalidad/nación diferente a otras autonomías. Desgraciadamente, cinco años después no se ha producido”.
En declaraciones al programa Converses de COPE Catalunya, Montellà ha elogiado el perfil político de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Y también ha aplaudido que la presencia en Cataluña del Ejecutivo español tenga un enfoque más institucional que político.
Buena gestión de tesorería
Respecto a la gestión de Oriol Junqueras como vicepresidente económico de la Generalitat, Montellà, ha valorado positivamente la gestión de tesorería, pues “se han acortado los plazos de pago y, gracias al FLA (Fondo de Liquidez Autonómico), se ha evitado tener que acudir al sistema bancario, que tiene costes más altos”. Pero ha criticado los nuevos impuestos que contemplan los Presupuestos de la Generalitat para 2017, pues “Cataluña ya tiene una alta fiscalidad y no queremos que las empresas tengan que irse a otras comunidades u otros países por ese motivo”. En ese sentido, ha calificado de “populista” la figura impositiva que grava los bienes no productivos de las empresas --conocido popularmente como impuesto de lujo--, pues contiene imprecisiones.
También se ha mostrado contrario al pago del IVA mensual --ahora es trimestral-- porque “complica el día a día de las empresas”. Y respecto a la tasas turísticas, recuerda que son habituales en el resto del mundo. El presidente de Foment del Treball niega que exista un enfrentamiento con la otra patronal empresarial, Pimec, por el reparto de cursos de formación.
Montellà ha explicado que la muerte de Fidel Castro le sorprendió en Cuba, un país “orgulloso de sí mismo” y que no tiene un mercado demasiado grande para España, aunque ejerce una gran influencia en la zona. Respecto al entusiasmo que la revolución cubana despierta en la CUP, el jefe de la patronal catalana ha asegurado que “los catalanes no queremos ese movimiento, lo que queremos es ser libres y tener una economía de mercado”.