El Hotel Casa Fuster sale a la venta. El icónico establecimiento del Paseo de Gràcia número 132 de Barcelona se ha colocado en el mercado. Su propietario, Nicolás Osuna, el hombre más rico de Andalucía, pide más de 100 millones de euros por el activo, un precio que los expertos del sector ven desorbitado.
"El hotel está a la venta, pero como si no lo estuviera. Su dueños pide un millón de euros por habitación. A 105 habitaciones, la cifra habla por sí sola", explican fuentes de la intermediación hotelera.
Con esta tarifa de salida, es poco probable que el activo cambie de manos. "Una venta así deja una rentabilidad para el nuevo dueño del 1%. No se pueden cerrar este tipo de operaciones. Es cierto que el precio por habitación ha subido en Barcelona, y no se podrá alcanzar un 10%, pero un uno por cien es insostenible", agregan las mismas fuentes.
La mayor fortuna andaluza
Nicolás Osuna es propietario de Grupo Noga. La firma con sede en Granada engloba a Hoteles Center, cadena a la que está adscrita el Casa Fuster. Parte del Grupo Noga también es inmobiliaria Osuna, que también tiene su cuartel general en la ciudad nazarí.
La fortuna de Osuna está estimada en 350 millones de euros. El constructor y terrateniente era un fijo de la lista Forbes hasta que el estallido de la burbuja inmobiliaria devoró parte de su patrimonio.
En el registro de 2016, Osuna ya no figura entre los 100 españoles más ricos.
Nueve hoteles
De hecho, el BBVA y Banco Popular rescataron en junio al empresario, canjeando deuda del grupo por préstamos participativos, según informó El Confidencial.
En la industria alojativa, Osuna controla nueve establecimientos: tres en la Ciudad Condal, dos en Granada y un activo en Sevilla, Córdoba, Badajoz y Valencia, respectivamente.
Sin embargo, el grupo del adinerado terrateniente está en una posición precaria, y estaría dando salida a varios activos. Uno de ellos sería el Hotel Casa Fuster de Barcelona.
Joya de la corona
Grupo Noga compró el edificio donde se ubica el Casa Fuster en 1999. Seis años después, la firma abría el cinco estrellas gran lujo con una recepción oficial en la que participó lo más granado de la sociedad barcelonesa.
El inmueble es una obra modernista levantada por el arquitecto Lluís Domènech i Muntaner en 1905 por encargo del burgués mallorquín Mariano Fuster. Antes de transformarse en alojamiento, la edificación albergó varios negocios en su planta noble.
El edificio esquinero es hoy parte del catálogo de la ruta del modernismo de Barcelona.