El que será el mejor hotel de Cataluña está parado. El Alàbriga de Sant Feliu de Guíxols (Girona) está en la diana del ayuntamiento de la localidad de la Costa Brava por construir sin permiso. El alojamiento, que está en construcción y abrirá en 2017, no esperó a la licencia municipal y taló pinos y metió las excavadoras para elevar su opulento beach club. La decisión unilateral obligó a la corporación de Sant Feliu de Guíxols a parar las obras e iniciar un expediente sancionador contra el proyecto que impulsa el magnate alemán del ladrillo Valery Scherer.
"Los promotores ya han acabado la planta del hotel y querían acometer el proyecto de club de playa. Pero una vez tuvieron el sí de Servicio de Costas de la Generalitat, no esperaron al permiso municipal y empezaron a talar árboles y a remover tierras. Tuvimos que parar la obra como haríamos con cualquier particular", ha explicado a Crónica Global Josep Saballs (Tots per Sant Feliu), concejal de Territorio.
Preguntado por la cuestión, el director del hotel, Marcos Frutos, ha admitido "complejidades" en el proceso de construcción, que ya estarían subsanadas. "Los trabajos marchan a toda máquina y estamos muy contentos de que así sea", ha agregado el directivo.
Bloqueado
Las complejidades fueron la intervención de las excavadoras en una zona sin permiso. El movimiento de tierras tenía por fin encajar el club de playa del Alàbriga.
"El cuerpo principal del complejo ya está terminado. El problema se produjo con la segunda fase de las obras. El beach club reposará en un lugar sensible, cerca de la costa. Para acelerar los trámites, se dividió la licencia en dos: la principal y la subsidiaria. Los inversores no esperaron a obtener este segundo permiso", ha abundado Saballs.
"Cuando detectamos la anomalía --ha continuado el edil-- procedimos a detener la obra. Ahora ya está subsanada la deficiencia".
¿Parado o en marcha?
La versión del edil contrasta con la que ha dado un técnico municipal de Sant Feliu de Guíxols a este diario. "Alàbriga presentó el proyecto básico pero no el ejecutivo para poder empezar las obras. Cuando el ayuntamiento le reclamó el segundo documento, los promotores no quisieron, o no pudieron, y se tuvo que detener la obra", ha aseverado desde el anonimato.
Dicha exposición contrastaría con las explicaciones del concejal de Territorio. "A día de hoy la documentación necesaria no está entregada", ha insistido el empleado municipal.
Críticas de la oposición
El escándalo no convence a la oposición, que critica la "falta de diligencia" del tripartito municipal que forman Tots per Sant Feliu, ERC y PSC. "No se puede dejar parada la mayor inversión que se acometerá en la localidad durante varios días", ha lamentado Dolors Ligero (CiU).
"La infracción se detectó a principios de octubre --ha continuado Ligero--, y el equipo de gobierno no ha convocado una junta extraordinaria. Reuniones de este tipo se han agendado por temas mucho menores".
30 millones y Paco Pérez como reclamo
El Alàbriga de Sant Feliu se estrenará a principios de año con un soft opening que será un aperitivo de su puesta en marcha en primavera. El establecimiento, de la máxima categoría, contará con 30 habitaciones, divididas entre apartamentos y estancias convencionales.
Scherer se dejará 30 millones en elevar el hotel, que contará con el chef Paco Pérez --al mando de los bufés Enoteca y L'Eggs de Barcelona y Miramar de Llançà-- al frente de sus dos restaurantes. La tarifa por noche se moverá entre los 450 y 3.000 euros.
Aunque ha concitado críticas entre los ecologistas, Frutos defiende el impacto económico del proyecto. "El 90% de los industriales con los que hemos trabajado son locales. Los puestos de trabajo directos e indirectos también serán muy importantes", ha concluido el directivo.