El Ayuntamiento de Barcelona bloqueará la apertura de nuevos bares, restaurantes, discotecas y tiendas de alquiler de bicicletas y 'segways' en Ciutat Vella. El equipo de gobierno local ha anunciado el viernes la revisión del Plan de Usos del distrito, que lleva aparejada una moratoria de nuevos comercios vinculados al turismo durante doce meses. Mientras revisa la hoja de ruta, el ejecutivo municipal también estudiará los efectos de la contaminación acústica sobre los vecinos.
La concejal del distrito, Gala Pin, ha precisado que el cierre del grifo de licencias busca evitar "peticiones masivas de licencias antes de redactar el nuevo plan". En todo caso, el cerrojazo de permisos persigue "limitar los establecimientos de pública concurrencia orientados exclusivamente al turismo, a la vez que ser una herramienta de diversificación económica del distrito".
Ni un bar más
Con el texto municipal, los restauradores que quieran abrir un bar, bufé, discoteca, casino, bingo, tienda de actividades zoológicas, locutorios, karaokes o colmados 24 horas tendrán que esperar un mínimo de doce meses.
Además, el ayuntamiento prohíbe la apertura de nuevos puntos de alquiler de bicicletas, 'segways', oficinas de turismo, gestión de equipajes de visitantes u oficinas de venta de entradas para espectáculos.
La medida es de aplicación en todo el distrito salvo la zona portuaria y el entorno de la Rambla, que ya está regulado por el Plan de Usos del concurrido bulevar.
Fomento de la economía local
El gobiernod e BComú y PSC busca "fomentar la economía local" del casco antiguo de la ciudad a la vez que "ordenar de forma adecuada" las actividades turísticas en la zona.