Juan María Nin ha mantenido un perfil público bajo desde que le indicaron la puerta de salida del grupo La Caixa en junio de 2014. Se retiró en los consejos de administración de Société Générale y de la cadena de supermercados DIA, entre otros. Ha sido con esta etiqueta, la de consejero, con la que se ha presentado este martes como ponente estrella de una jornada impulsada por la plataforma Cre100do ante el empresariado catalán con un discurso en el que ha sacado a pasear su faceta más liberal.
“Ahora toca luchar contra los excesos monetarios y fiscales, contra la invasión del ámbito privado de la política fiscal”, ha manifestado el que también fue consejero delegado de Banco Sabadell y director general de banca comercial de Banco Hispano Americano, entre otros.
Demanda de políticas de oferta, ahorro e inversión
El último medio siglo ha sido un ciclo de deuda que terminó con el “abismo de 2008”, momento en que se inicia según su análisis otro ciclo corto que debería dejar paso a las “políticas de oferta, ahorro e inversión”. El título de su conferencia, Ahora tocan ingresos, era revelador del mensaje que ha mandado al auditorio del Círculo de Economía de Barcelona y que éste ha acogido con entusiasmo. Con mayor o menor moderación según el caso, pero con coincidencia en el análisis marco de la situación actual.
Nin es muy crítico con el “traspaso del patrimonio legítimamente obtenido por los ciudadanos y las empresas a las administraciones públicas que todo lo quieren y regulan al límite” y considera que ha llegado el momento de “generar y producir, evolucionar por el lado de la oferta y no por el de la demanda”.
Curvatura de los salarios y escalada de la deuda
Con todo, avisa de que “siempre hay alguien que se le ocurre dar un paso más allá, como en la política del helicóptero”. Consiste en unos “ingenieros sociales” que deciden “seguir imprimiendo billetes y desparramarlos desde el helicóptero encima de todos para que todo siga funcionando”.
También ha alertado de que la deuda mundial “está en su máximo histórico de los últimos 5.000 años” y de la “curvatura de los salarios”, con una “condena al mileurismo” debido a que el sector privado “atiende con prioridad” el liquidar los pasivos. Tras aludir a unos “tipos de interés tóxicos” que “impiden que se saneen las malas inversiones que por si mismas no hacen otra cosa que destruir capital”, Nin ha vaticinado que los países emergentes sustituirán a Occidente como “centro de gravedad” del mundo, que EEUU vira hacia “tendencias aislacionistas”, que la Unión Europea está “ensimismada” y no aprovecha la oportunidad de impulsar el proyecto comunitario tras el Brexit y que solo hay tres salidas a los retos actuales: más inflación, más corrección de la deuda o incrementar productividad por el cambio tecnológico sin caer en la olead de conservadurismo que impera en el planeta.
“A partir de ahora primarán valores como la incertidumbre, la inestabilidad y la volatilidad” y solo triunfarán los que se sientan cómodos en este paradigma, ha concluido el financiero con el asintimiento del auditorio.