Los trabajadores de las empresas de la construcción de la vicepresidenta económica del FC Barcelona, Susana Monje, han dado un golpe sobre la mesa por la situación de asfixia económica de las compañías. La plantilla celebró este miércoles la primera de varias jornadas de huelga cuyo seguimiento fue mayoritario y mostró la delicada situación de las finanzas de Grupo Essentium.
Los gestores del conglomerado empresarial habían trampeado los retrasos en los pagos de las nóminas con abonos parciales y promesas que mes tras mes se cumplían sin llegar a liquidar el total del pasivo hasta la fecha, pero la situación se torció a la vuelta de las vacaciones. Nadie cobró en septiembre a pesar de la promesa de que se recuperaría la normalidad en los pagos en junio.
La firma debe en estos momentos dos nóminas a los trabajadores y cinco sextos de una paga extraordinaria que se debía liquidar mes a mes, indican fuentes sindicales.
Problemas económicos de los trabajadores
El nuevo retraso ha llevado al límite a los empleados, que relatan sus propios problemas económicos. Por ello, han decidido de forma casi inédita secundar de forma mayoritaria un calendario de huelgas que incluye paros de días enteros y protestas ante las oficinas de la compañía.
La situación inquieta la dirección de Essentium. Pidió árnica a la plantilla en un encuentro que tuvo lugar la semana pasada en el que se comprometió a aplicar un plan de estabilización de los pagos que se prolongaría hasta noviembre a cambio de mantener la paz social mayoritaria --algunos trabajadores protestan desde hace meses-- como mínimo a lo largo de 10 días.
Venta de activos
La venta de activos es el elemento principal de la estrategia para liquidar la deuda con la plantilla. Essentium espera que en el mismo movimiento pueda digerir los 125 millones de euros que arrastra la constructora especializada en obra civil, Assignia. Debe esta cantidad a un pool de bancos encabezados por Bankia con los que mantiene abierto desde hace meses un proceso de refinanciación.
La plantilla asegura que sus protestas públicas no comprometen ninguna operación en ciernes, como han apuntado fuentes cercanas a la dirección. Señalan los problemas de gestión en el grupo como principal motivo de que no se pueda pasar página a las tensiones de tesorería que empezaron hace casi un año, una opinión que comparten directivos del entorno de Monje.
Señalan que se han tapado agujeros con anticipos de obra en lugar de destinar ese dinero a los proyectos y que esa operativa les ha llevado a que los problemas sean cada vez mayores. Essentium necesita liquidez.