Si el lunes el Ayuntamiento de Barcelona daba tres meses a Airbnb para entregar datos de aquellos de sus anfitriones que no tienen permiso de alquiler turístico, la compañía ha rechazado este martes hacerlo. La lucha entre el consistorio de la capital catalana y la empresa de economía colaborativa continúa.
El director de Airbnb en España y Portugal, Arnaldo Muñoz, argumenta que lo que les pide el equipo municipal va “contra las regulaciones de Bruselas, encaradas a quitar barreras a la economía colaborativa”. Sin embargo, ve el aviso de la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, como una puerta abierta al diálogo.
Si la multinacional no cumple con el plazo, el ayuntamiento asegura que le impondrá una multa de 600.000 euros. Aunque en declaraciones públicas ambas partes se muestran dispuestas a dialogar, Muñoz afirma que “de momento, ha habido muchas ruedas de prensa y muchos anuncios de sanciones, pero no comunicación”.
Barcelona, el quinto destino mundial
La polémica sigue en Barcelona mientras los resultados del verano de la compañía indican un crecimiento del 42% de las reservas en la ciudad, con 500.000 registradas entre junio y agosto. Muñoz explica que, a la vez, aumenta el 70% las personas del Área Metropolitana que han usado la plataforma para irse de vacaciones, como huéspedes.
De esta forma, se posiciona como quinto destino de usuarios de Airbnb a nivel mundial, por detrás de Londres, París, Nueva York y Los Ángeles. A nivel español, las reservas totales en los tres meses de la temporada alta fueron 2,2 millones, el 73% más que en el mismo periodo del año anterior. De éstos, 560.000 no fueron extranjeros, es decir, viajes domésticos.
Anfitriones no profesionales
El ingreso medio de los anfitriones barceloneses que ofrecen alquilar su propiedad a través de la plataforma es de 500 euros al mes, según datos que ofrece la compañía. “La mitad de nuestros usuarios dicen que ofertan una habitación o un apartamento para llegar a final de mes”, asegura Muñoz. De esta forma, quieren subrayar que la mayor parte de los anfitriones de Airbnb no son profesionales.
“De los 25.000 anuncios de Barcelona, solo el 10% tiene una ocupación superior a 180 días al año [a partir de lo que ellos consideran alquiler turístico]”, afirman. Creen que no tiene sentido la diferenciación que hace el ayuntamiento entre los pisos que tienen licencia y los que no, ya que consideran a la mayoría de los anuncios en su web como “no turísticos”.