Los países miembros de la UE han aceptado aparcar una sanción a España y Portugal por incurrir en un déficit público excesivo en 2015. Los socios comunitarios han decidido no presentar alegaciones a la decisión de la Comisión Europea, que a finales de julio recomendó no sancionar a los dos estados alegando que tienen tiempo para "corregir la situación".
La inacción de los 28 se produce con el trasfondo del incumplimiento de Francia, que se anotó un exceso de 3,5% del PIB el año pasado, por un 5,1% España y un 4,4% Portugal.
El lunes, ningún estado miembro presentó alegaciones a la recomendación de la Comisión, pese a que tenían hasta la medianoche para hacerlo.
Ajustes
La decisión de no imponer una sanción económica a España viene, sin embargo, ligada a un plan de ajustes bianual que obligará al Gobierno que resulte investido a acometer ajustes económicos por valor de 10.000 millones.
Así, la Comisión recomienda a España recortar el déficit del 5,1% del pasado ejercicio --cifra que incluye las ayudas a la banca-- al 4,6% en 2016, al 3,1% en 2017 y al 2,2% en 2018.
A su vez, Portugal deberá recortar el desvío al equivalente al 2,5% de su riqueza nacional este mismo año.
Control cada tres meses
La senda fiscal ad hoc aprobada para España y Portugal implica que el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy deberá presentar pruebas de que corregirá el déficit del año siguiente antes del 15 de octubre.
Como posibles medidas, los países miembros sugieren rebajar el número y alcance de los gastos fiscales --como los tipos reducidos del IVA--, que aplique con más celeridad la Ley de Estabilidad y mejore la transparencia en la contratación pública.
El gasto de las administraciones públicas nacionales, en cualquier caso, quedará bajo supervisión trimestral del resto de estados.