El consejero de Territori i Sostenibilitat del Govern, Josep Rull, ha dado el primer paso para la ampliación del aeródromo de la Cerdanya pese a la oposición vecinal. El departamento ha dado luz verde a la declaración de impacto ambiental del proyecto con exigencias mínimas. Los residentes ven el paso "preocupante" y exigen garantías para que la instalación no se transforme en un aeropuerto certificado.

Un portavoz de la consejería ha señalado que la declaración "ya hace tiempo que estaba aprobada", y que ahora ha sido publicada en el Boletín Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC).

En cualquier caso, ha agregado la misma fuente, el plan urbanístico "está parado a la espera de un informe del Síndic de Greuges por cortesía institucional, ya que hubo una queja ante este organismo".

Desconfianza vecinal

Las explicaciones del departamento de Rull no convencen a los residentes. "Es una chapuza. Dicen que no se transformará en un aeropuerto, pero el plan urbanístico prevé el desarrollo de la pista y su posible certificación", han explicado fuentes cercanas a la Asociación de Propietarios de Soriguerola.

En el mismo sentido, los residentes advierten que si el aeródromo situado entre Das y Fontanals se amplía "habrá un daño irreparable en un paraje natural y se depreciarán las viviendas".