Amazon comprará el viernes los terrenos de la Generalitat para su centro logístico

La cúpula europea de Amazon se trasladará este viernes hasta Cataluña para confirmar que se instala en El Prat del Llobregat (Barcelona). Los ejecutivos del gigante del e-commerce estadounidense firmarán con el director del Incasòl, Damià Calvet, la compra venta de una parcela de terreno público de 15 hectáreas en la que construirá en un máximo de dos años su principal centro logístico, de negocios e investigación de sur de Europa, indican fuentes de la nueva Consejería de Empresa.

La operación urbanística salió a la luz a mediados de diciembre por una filtración del anterior Gobierno catalán que no fue recibida con demasiado entusiasmo en la sede central de la compañía, situada en Seattle (Washington). Implica el desembolso de más de 30 millones de euros por los terrenos e invertir otros 30 en la edificación de las naves y las oficinas.

La tramitación urbanística en ese momento aún no había finalizado --el Ayuntamiento de El Prat adaptó la planificación al diseño arquitectónico del futuro centro de Amazon-- y estaba pendiente de concluir una due diligence clave para culminar la adquisición, según fuentes cercanas al grupo privado.

¿Confianza de los inversores?

El Ejecutivo liderado por Artur Mas tenía un interés diferente. Quiso presumir del proyecto para contrarrestar las informaciones sobre la fuga masiva de empresas en Cataluña a raíz del procés y de las ventajas impositivas de otros puntos de España.

Que Amazon se instale en España es un signo de que los inversores internacionales confían en Cataluña a pesar del envite independentista, indican los mismos interlocutores del Govern. Otras fuentes consultadas matizan la apreciación por el tiempo de planificación de este tipo de infraestructuras. Mantienen que el verdadero impacto del envite independentista ser verá en las inversiones de los próximos dos años.

Segunda oficina en el centro de Barcelona

El aterrizaje de Amazon en Cataluña se completará con otra adquisición, la de la antigua sede de la editorial Gustavo Gili en el corazón de Barcelona. El grupo tiene previsto ubicar un centro de desarrollo de nuevos servicios e incluso transformar parte del espacio en un punto de recogida de compras físico para los clientes.