El ahorro de 22 millones ha puesto en peligro el programa del Imserso

La convocatoria este año del programa de viajes subvencionados para pensionistas del Imserso ha sido una chapuza sin precedentes. Con nada menos que 1.200 millones de euros en juego y más de 300 hoteles en vilo.

Un galimatías de adjudicaciones, ofertas, recursos y contrarrecursos por parte de los adjudicatarios, ha frenado los viajes con destino a la costa peninsular y el interior, que comenzarán a ser ofertados por las agencias en los próximos días. Pero se mantiene bloqueado en los tribunales el lote de viajes y vacaciones en costas insulares, los más demandados y jugosos.

El ahorro de costes

Detrás del berenjenal algunos analistas ven la mano siempre alargada de Cristóbal Montoro para reducir costes y reevaluar ofertas, y la dispersión de Alfonso Alonso, más pendiente de lo que ocurre en Vitoria que en el Ministerio de Sanidad. Lo seguro es que miles de los mayores que vuelen a las islas tengan unos viajes más invernales más incómodos y de peor calidad.

Hasta ahora los viajes estaban adjudicados a Mundosenior (consorcio formado por Globalia y Barceló), pero para rebajar costes el Ministerio de Hacienda abrió la oferta y en abril se presentó un competidor: Mundiplan (formado por Iberia y Alsa). Esta última ofreció los viajes por 22 millones menos que la otra, pero en base a poner muchos vuelos a horas intempestivas y nocturnos, horarios de comidas disparatados, y calidad de alojamiento y comida muy por debajo del mínimo exigible. Su objetivo fundamental ha sido buscar el ahorro en cada uno de los servicios ofertados.

El recurso

Mundosenior, que había antepuesto el bienestar de los jubilados a la hora de ofertar traslados, alojamientos, comida y demás, se vio en desventaja y recurrió la decisión. La mesa de contratación del Imserso propuso un reparto salomónico entre ambos rivales. A Mundiplan, el consorcio de Iberia, se adjudicó el lote de las islas, el más importante ya que concentra el 70% de los vuelos del contrato, y a Mundosenior los viajes a las costas peninsulares y los circuitos urbanos.

Pero el consorcio de Globalia, presidido por Juan José Hidalgo, lo recurrió el día 16 ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales y ante la Audiencia Nacional por estimar que es el adjudicatario legal.

“Parece que el Gobierno sólo se ha preocupado por rebajar los presupuestos y le importa lo más mínimo la salud de estos ciudadanos”, asegura un veterano geriatra, que asesora al Imserso. A su juicio, miles de jubilados --especialmente aquellos que padecen enfermedades crónicas o son polimedicados-- pondrán en peligro su salud, y los que utilicen (disfrutar es otra cosa) esos viajes más baratos quizá no guarden después un grato recuerdo del mismo.