El dinero nunca ha estado tan barato en la Unión Europea. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves bajar los tipos de interés hasta el 0,25%, un récord mínimo en la historia del banco emisor. Esta es la quinta rebaja de los tipos que emprende el presidente del BCE, Mario Draghi, desde que llegó al cargo, ahora hace dos años.
Draghi ya dejó caer en julio, cuando anunció que mantenía el precio del dinero al 0,5% -prorrogando la rebaja decidida en mayo-, que los tipos todavía podrían bajarse más. Entonces, explicó que el BCE pretendía que "los principales tipos de interés se mantengan en los actuales niveles, e incluso por debajo, por un periodo de tiempo prolongado". Y hoy ha demostrado que no hablaba en balde.
Sin embargo, la decisión del BCE ha sorprendido a los parqués y a los analistas, que no esperaban una rebaja de los tipos hasta más adelante. Esta rebaja se ha interpretado en general como una medida para estimular la economía europea, que atraviesa por una recuperación todavía incipiente. Y así lo ha explicado el propio Draghi.
En la comparecencia en la que ha anunciado la decisión, el presidente del BCE ha razonado que "el paro sigue siendo muy alto" en la zona euro, y que, a pesar de que "parece" que se está estabilizando, tampoco se aprecia una reducción. "Por eso hemos bajado los tipos", ha argumentado.
La inflación no es un problema
El BCE también ha tenido en cuenta que el control de la inflación -el principal mandato del BCE- no es ahora un problema: todo lo contrario, los últimos datos apuntaban a un importante riesgo de deflación, después de que la eurozona cerrara octubre con una inflación internaual del 0,7%, la más baja desde 2009. En este sentido, Draghi ha explicado que la caída de precios "se ha extendido" a muchos sectores, y ha asegurado que el escenario que se abre ahora no es deflacionista, y sí de un "periodo largo de inflación reducida".
En relación al control de la inflación, la línea que ha seguido Draghi desde que llegó a la presidencia del BCE ha sido radicalmente opuesta a la ortodoxia de su predecesor, Jean Claude Trichet. Mientras que el anterior presidente del BCE mantuvo en plena crisis los tipos de interés a un nivel más alto que el resto de grandes bancos centrales del mundo, Draghi los ha rebajado cinco veces, pasando del 1,5% que heredó al 0,25% actual.
Finalmente, la fortaleza actual del euro, que no ayudaba especialmente a favorecer las exportaciones europeas, también habría sido un factor a tener en cuenta por el BCE. Y los mercados de divisas han reaccionado exactamente como se esperaba: el euro ha caído inmediatamente, situándose en un cambio de 1,3364 dólares, cuando había empezado la jornada en 1,3512 dólares. Este es el cambio más bajo de la moneda europea respete la norteamericana desde el 18 de septiembre.