Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat, y Toni Comín, consejero de Salud / CG

Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat, y Toni Comín, consejero de Salud / CG

Vida

La alcaldesa de Sant Cugat aguanta seis minutos en el despacho de Comín

Bronca monumental entre Mercè Conesa y el consejero catalán de Salud por la expulsión del Hospital General de la red pública

18 octubre, 2016 00:00

Seis minutos. Este es el tiempo que aguantó la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, en el despacho del consejero de Salud, Toni Comín. La primera edil y el conseller republicano se enzarzaron en una acalorada discusión sobre la expulsión del Hospital General de la red pública sanitaria de Cataluña. Tras el violento intercambio, Conesa abandonó precipitadamente el encuentro.

Según fuentes municipales no oficiales, Conesa acudió a una reunión el pasado viernes en la sede de la Consejería de Salud, ubicada en la Travessera de Les Corts de Barcelona. Sobre la mesa, un único punto: la exclusión del General de la red Siscat, que se producirá el 31 de diciembre a todo tardar. Al encuentro también acudieron sindicatos del complejo médico con sede en el municipio vallesano.

"Protocolo o prensa de Toni Comín fallaron: no le informaron de que venía Conesa. Al verla, el conseller entró en cólera", explican fuentes cercanas al consistorio.

La carpeta de la discordia

El rifirrafe entre Conesa (CDC) y Comín (ERC), electos por los dos partidos que gobiernan juntos Cataluña en la coalición Junts pel Sí (JxS), acabó pronto. La alcaldesa le entregó un dossier con un resumen de la posición municipal: oposición total a la expulsión del General.

Comín, gélido, aceptó la carpeta y se dispuso a reanudar la reunión con los sindicatos con representación en el complejo médico.

El tuercebrazos no acabará aquí. El portafolio que le entregó Conesa a Comín contenía copia de la moción que aprobará el pleno municipal el próximo 24 de octubre. El texto rehúsa de plano las intenciones de Salud con el General y pide aplazar la decisión.

Tormenta entre CDC y ERC

El breve encontronazo escenificó la crisis abierta entre CDC y ERC por la cuestión de las desprivatizaciones que impulsa el consejero catalán de Salud. Conesa lidera un pleno municipal mayoritariamente contrario --Ciudadanos también se opone a los planes del conseller-- a la medida.

Comín, a su vez, ha dejado claro el lunes que seguirá adelante con el proceso, que culminará con la exclusión de tres centros concertados de la red pública: la Clínica del Vallés de Sabadell, el Hospital General y el Sagrat Cor de Barcelona.

Cabe recordar que el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) cortó el concierto con la Clínica del Vallés en agosto. Ahora, Salud apunta al General. El consejero republicano ha defendido en todo momento que las expulsiones rebajarán el precio de la actividad derivada y que no perjudicará a trabajadores ni usuarios.