Artur Mas a su salida del juicio que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia por Cataluña (TSJC) por la consulta del 9N / CG

Artur Mas a su salida del juicio que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia por Cataluña (TSJC) por la consulta del 9N / CG

Política

La versión de Mas sobre el 9N ante el tribunal defrauda a sus socios de cara al referéndum

La complicada explicación judicial sobre la consulta es interpretada por ERC y CUP como un paso atrás para dar prioridad a unas elecciones constituyentes

7 febrero, 2017 00:00

La versión de Artur Mas sobre el 9N ante los jueces ha abierto una nueva crisis con sus socios de gobierno. El motivo: su rocambolesca explicación sobre una consulta que torpedea el supuesto referéndum de septiembre.

“Con esta declaración sobre lo que se hizo y no se hizo aquel día, ¿quién se atreve a celebrar un referéndum a nivel institucional?”, se preguntaba ayer un miembro de ERC tras escuchar la autodefensa del expresidente ante el tribunal que le juzga.

La respuesta, en opinión de los republicanos, pone de relieve el empeño de los convergentes por dar marcha atrás en la hoja de ruta y convocar unas elecciones constituyentes en lugar de la consulta.

Mas se lava las manos

En su declaración ante el tribunal, Mas se declaró “responsable político” de esa iniciativa en un intento de capitalizar mediáticamente su enjuiciamiento. Pero precisó que, si bien obedeció al Tribunal Constitucional al renunciar a una consulta institucional y sustituirla por un “proceso participativo”, éste fue llevado a cabo por voluntarios, no por el Gobierno catalán.

El expresidente, así como la exvicepresidenta catalana Joana Ortega y la exconsejera de Educación Irene Rigau, se sientan esta semana en el banquillo acusados de desobediencia y prevaricación por organizar la consulta del 9 de noviembre de 2014.

Subterfugios judiciales

Más allá de los subterfugios judiciales que esa versión pretenda, lo cierto es que el líder de PDECat --una formación que ha caído en barrena desde que Mas abrazó el independentismo-- ha demostrado que la celebración de un referéndum legal y vinculante es prácticamente imposible.

Eso ha molestado a ERC y ha confirmado los peores presagios de la CUP, la formación antisistema que presiona para que esa votación se celebre “sí o sí” sin tener en cuenta lo que manifiesten las instituciones españolas. Esto es, desacatando las resoluciones judiciales que se puedan derivar de la convocatoria de ese referéndum.

Elecciones

Tal como informó Crónica Global, Artur Mas pretende sacar partido del juicio que ayer comenzó en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) con el propósito de reforzar su imagen de virtual candidato a la presidencia de la Generalitat --y, de paso, tapar casos de corrupción, como el del 3%, que afectan a su partido--, después de que su sucesor, Carles Puigdemont, haya manifestado reiteradamente que no quiere ser cabeza de lista.

La posibilidad de un tándem electoral entre ambos dirigentes –Mas por Barcelona, Puigdemont por Girona-- cobra fuerza, pero el tacticismo preelectoral del líder de la nueva CDC no agrada a ERC. Es cierto que las encuestas de intención de voto dan como ganador al republicano Oriol Junqueras, pero según fuentes de su partido, éste no quiere presentarse en unas elecciones anticipadas como cómplice de CDC, que habría abortado la hoja de ruta secesionista antes de tiempo.