Artur Mas en una imagen de archivo / EFE

Artur Mas en una imagen de archivo / EFE

Política

Artur Mas critica a la CUP por enfrentarse al Govern tras los sucesos de Berga

El expresidente reta a los 'cupaires' y les acusa de marcarse un autogol por recriminar a los Mossos que detuvieran a la alcaldesa Montse Venturós

9 noviembre, 2016 08:29

El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha acusado hoy a la CUP de practicar una "falsa desobediencia" frente al Estado y ha denunciado que la "controversia" generada por los anticapitalistas al cuestionar el papel de los Mossos d'Esquadra supone un "autogol" para el soberanismo.

Mas se ha referido al malestar que generó en la CUP la detención del pasado viernes de la alcaldesa de Berga (Barcelona), Montse Venturós, a manos de los Mossos.

Más gestos que política

Según Mas, la CUP promueve más "una cierta gesticulación que una desobediencia real", porque al fin y al cabo Venturós acabó declarando ante el juez.

"La desobediencia sería no ir a declarar, esto es desobedecer, pero si acabas yendo ya no has desobedecido", ha argumentado Mas, que ha recordado que quienes sí están "a punto de ir a juicio por un delito de desobediencia", por haber organizado la consulta soberanista del 9N de 2014, son Francesc Homs, Irene Rigau, Joana Ortega y él mismo.

Mas ha considerado "insólito, extravagante e inaceptable desde todos los puntos de vista que un cargo electo municipal", en este caso Venturós, "tenga que ir a declarar" por haber colgado la bandera estelada en el balcón del Ayuntamiento de Berga.

El Estado como adversario

En una entrevista en El Punt Avui, también ha advertido a la CUP de que el "adversario" del soberanismo "es el Estado", por lo que cuestionar el papel de los Mossos por cumplir la orden judicial de detener a Venturós representa un "autogol en toda regla, absolutamente improductivo".

Según Mas, en Madrid "se frotan las manos" con las tensiones entre el Govern y la CUP, lo que a su juicio demuestra que la de los anticapitalistas "es una estrategia que no lleva a ninguna parte más que a fortalecer las posiciones del Estado español, que acaban contentos y satisfechos por estas peleas internas provocadas por gente de aquí".