Ni el CIS ni el CEO. Con lo que nos cuestan, fallan más que una escopeta de feria. Las encuestas han pasado de ser un elemento de análisis del voto electoral a convertirse en un sucedáneo de lotería que alimentan los medios de comunicación y los propios partidos. Dígame qué intereses defiende y le preparo una demoscopia parece ser el eslogan de las empresas que se dedican a esto.

Hay una de ellas, vinculada al nacionalismo catalán, que incluso permitía a un consejero revisarlas y cocinarlas, a fuego lento, por supuesto, antes de que se publicase en el medio que las pagaba. Tal era el desatino que el medio quedó en entredicho con casi todas sus predicciones.

Sean realistas y huyan de las predicciones que hacen quienes tienen más interés en promover un determinado estado de opinión (ya saben gregarios sociales…) que detectar y analizar el existente.

Hagan como un servidor, recurran a la nueva teología tecnológica para saber qué pasa en el mundo. ¿Verdad que cuando se les estropea la lavadora preguntan a Google qué debe hacerse? ¿No recurren a internet para saber qué ingrediente le falta a su guiso? ¿A que lo saben todo sobre los neumáticos de su vehículo una vez han navegado por la red de redes?

Les sugiero un ejercicio. Pongan en Google “Homs gana”. Verán que sólo tiene 277.000 resultados de búsqueda. Nada si se compara con “Garzón gana”, que le dobla ampliamente y llega hasta 523.000. Pero el candidato de IU tampoco es el más afortunado según el gran hermano de internet. Les supera en la búsqueda nuestro actual presidente: la expresión “Rajoy gana” logra 583.000 resultados. ¿Les parece mucho? No es nada si se compara con lo que nos devuelve Google si les preguntamos si “Iglesias gana”, 873.000 resultados.

Los dos verdaderos ganadores de internet en las próximas elecciones municipales serán “Rivera gana”, con 1.180.000 resultados y, tachín, tachín, Pedro Sánchez, que lo ha pasado tan mal en la red que los medios le han obsequiado con 10.300.000 entradas que responden al criterio “Sánchez gana”. Es cierto que si se olvidan del acento y la mayúscula la cifra baja a los dos millones, pero es el que va más adelantado en ese internet insignificante pero que tanto nos ocupa.

Ya, ya, esto no es científico. Si uno pone “los españoles ganan” arroja unos resultados de 785.000 entradas. Si pone “los españoles pierden” son 769.000, casi la misma cifra. Es cierto, no hablamos de algo empírico, pero a tenor del empate que muestra lo parece.