Hay expresiones que usamos constantemente sabiendo lo que quieren decir, pero no de dónde vienen. La que da título a esta columna es una de mis favoritas, y la uso con mayor fundamento desde que un amigo me explicó su origen, que se remonta a los tiempos del imperio español. En esa época, el virrey de una de las colonias de ultramar, que había sido abofeteado por uno o varios indios, se presentó en Madrid a exigir más mano dura con los colonizados y arguyó que la bofetada que él había recibido era como si la hubiese encajado personalmente el Rey de España. A lo que Su Majestad repuso: "Ahí me las den todas", deshaciéndose a continuación del molesto visitante.

Esta historia me ha vuelto a la cabeza tras leer la frase que han puesto en circulación los del prusés para definir el inminente juicio a Artur Mas: Ens jutgen a tots. Ya conocemos la tendencia de esta gente a hablar en nombre de todo el pueblo de Cataluña cuando apenas representan a la mitad, pero esta vez se han excedido. Según ellos, la bofetada jurídica al Astut es una bofetada en el rostro de todos los catalanes: ¡Gran momento para remedar al vetusto rey de la época de las colonias y decir "ahí me las den todas"! Y es que no es verdad que nos juzguen a todos los catalanes. A una gran parte de la población no nos juzga nadie. No nos sentimos aludidos por el juicio al Astut y, en todo caso, no vemos la hora de que lo inhabiliten, algo que será bueno para España, para Cataluña y, sobre todo, para lo que queda de su propio partido político, que es el que más expuesto se ha visto a sus tendencias destructivas.

Una gran parte de la población no vemos la hora de que inhabiliten a Mas, algo que será bueno para España, para Cataluña y, sobre todo, para lo que queda de su propio partido político

Es normal que Jordi Sànchez le monte la claque, pues para algo lo pusieron en su sitio los convergentes, pero que no nos incluya a todos en sus delirios, ya que somos muchos los que consideramos la posible inhabilitación del Astut una bendición para el mundo en general y el de la política en particular. Ya se ocupan de él Sànchez y la consellera Borràs, que exhorta a los funcionarios a tomarse el día libre para sumarse a una de esas versiones nacionalistas del clan de los Heredia que se organizan cada vez que alguno de la tribu tiene que ir a darle explicaciones a algún juez.

A mí que no me líen. A mí nadie me juzga. El Astut se metió en ese fregado y deberá salir por sus propios medios. Que se solidarice con él quien lo considere necesario, pero lo de que ens jutgen a tots que me lo ahorren porque no es verdad. Dejémoslo en post verdad, que siempre suena mejor que manipulación o propaganda.