El presidente del Popular, contra los salarios bajos

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, ha avisado este miércoles de que "no se puede permanecer en un modelo de bajos salarios para siempre" y ha apostado por la contratación indefinida, todo ello como vía para lograr la necesaria mejora de la productividad en un contexto económico de débil crecimiento.

Desde su punto de vista, "el desafío es acometer reformas estructurales para ganar competitividad y restablecer la confianza en España". Este camino pasa por hacer de España un país más productivo, lo que está "estrechamente ligado al empleo".

Modelo dual

En primer lugar, ha resaltado que el 34% del desempleo está compuesto por jóvenes y parados de larga duración, y además descansa sobre un modelo dual que hace que exista un empleo indefinido "notablemente protegido y regulado" y otro temporal, que sirve de "amortiguador" de las empresas en las fases bajistas de la economía.

Esto hace que exista una alta rotación de personal en las empresas y que no se incentive la inversión en capital humano, uno de los factores necesarios para ganar productividad y competitividad.

Cotizaciones

En este punto, Ron ha señalado que la moderación salarial ha tenido un efecto positivo para ganar competitividad durante la crisis, pero que la nueva fase expansiva necesita de mejores rentas. Además, ha dicho que, aunque la incertidumbre económica es la primera causa que obstaculiza actualmente la contratación indefinida, la segunda son las altas cotizaciones sociales, que explican el 70% de los costes salariales. "Son obstáculos que habría que remover", ha dicho.

Durante su participación en los cursos de verano organizados por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), y patrocinado por BBVA, Ron ha indicado que existe una correlación directamente proporcional entre el tamaño de las empresas y la productividad.

Por eso ha lamentado que, en primer lugar, "montar una empresa requiera un esfuerzo mental notable", porque "pese a todo lo que se diga no se facilita la creación de empresas"; y en segundo, que existan tantas barreras para que las sociedades puedan dar el salto de la pyme a la mediana empresa, de más de 50 trabajadores.