Banco Popular: su socio mexicano dribló igual a un banco de EEUU
La familia del Valle se hizo por apenas 200 millones de dólares con el Metropolitan Bank Group de Chicago
27 noviembre, 2016 00:00Tomar el control del Banco Popular a toda costa. Y, tras ese primer paso, intentar una fusión con el también español Banco Sabadell. Esa es la intención de fondo de Antonio del Valle, el accionista mexicano del grupo que preside Ángel Ron y que ha decidido lanzarle un órdago en toda regla a la actual cúpula rectora del banco. El asunto, de hecho, no constituye una novedad en su proceder inversor: hizo lo mismo en 2013 para hacerse con el control de un banco de Estados Unidos. Usar, con generosidad, todas las armas a su alcance.
Hace tres años, Del Valle se hizo fuerte en el Metropolitan Bank Group de Chicago. Para ello invirtió apenas 200 millones de dólares. La entidad, por el contrario, tenía más de 2.400 millones en activos. La situación del banco estadounidense era apurada, como lo ha sido la del Popular. El Metropolitan Bank arrastraba graves pérdidas por los negocios fallidos que había acumulado en el mercado hipotecario.
El 'salvador' financiero
Un repaso a lo acontecido en el país americano guarda ciertas concomitancias con la crisis que vive el Popular. Del Valle se presentó a si mismo y a su grupo como la única entidad que podía salvar al Metropolitan. Con presiones de todo tipo, al estilo de las películas de Hollywood sobre el tiburoneo bursátil, el conglomerado mexicano consiguió hacerse con las riendas del grupo de Chicago. El Popular, por ejemplo, ha visto cómo se desplomaba la cotización de sus títulos hasta marcar una capitalización impropia de sus rasgos fundamentales de análisis.
¿Cuál era el interés de los De Valle por el Metropolitan? Gracias al control de banco de Chicago pudo acceder a toda una red de bancos subsidiarios y de carteras de clientes muy interesantes establecidos en el cinturón de la capital estadounidense como North Community Bank, Archer Bank, Metrobank, Oswego Community Bank y Plaza Bank.
Prácticas investigadas
En el ámbito financiero, la reputación de los Del Valle en el negocio bancario es muy cuestionable. En 1992, cuando se abrió la privatización de bancos mexicanos que habían sido nacionalizados en la época del presidente López Poetilla, se hizo con el control del Banco Internacional, que pasa a denominarse banco Bital. En 2002, diez años después, sale del banco por discrepancias con sus socios recibiendo a cambio parte de la cartera industrial del banco.
Para más inri, cuando en 2003 el grupo británico HSBC compró Bital se descubrió que la mitad de la cartera de clientes del banco estaba domiciliada en paraísos fiscales. El FBI, la DEA y el departamento del Tesoro de Estados Unidos investigaban desde 1998 sus actividades en blanqueo de dinero. Bital se había convertido en una pieza esencial del engranaje de lavado de dinero procedente del tráfico de estupefacientes. Desde que pasó a manos de los Del Valle, el banco carecía de los protocolos exigidos para el control de operaciones de blanqueo, según explican especialistas del sector financiero.