Protesta feminista en Barcelona para reclamar una respuesta internacional para las mujeres afganas

Alrededor de un centenar de mujeres, según la Guardia Urbana, han participado en una concentración feminista frente a la sede de las Naciones Unidas en Barcelona para reclamar una respuesta internacional urgente para proteger a las mujeres y niñas afganas tras la victoria de los talibanes.

En la manifestación, que ha sido convocada por la agrupación Cataluña Abolicionista Plataforma Feminista (CATAB), también se ha reclamado atención humanitaria para aquellas que logren salir de Afganistán y precisen asilo y acogida.

“Ni el velo ni el burka son ropa ni cultura”

En la concentración se han exhibido carteles y pancartas en las que se han podido leer mensajes como “Ni el velo ni el burka son ropa ni cultura. Son armas feminicidas”, “El feminismo será internacional o no será” o “No defiendo ninguna religión porque todas están contra las mujeres”, entre otros.

Además, tres mujeres afganas residentes en la ciudad que vestían burka se lo han quitado durante la protesta y lo han lanzado al suelo para escenificar el rechazo a los talibanes y sus imposiciones sobre las mujeres.

Esclavitud sexual y violaciones

La agrupación CATAB denuncia que, según algunos testimonios de mujeres afganas en redes sociales, de ONGs y de periodistas, en las provincias que han sido ocupadas por milicias “fundamentalistas y misóginas”, ya se han cerrado más de 170 escuelas. Además, exponen que se ha empezado a prohibir el acceso a la educación a las niñas y mujeres, mientras que éstas han empezado a ser violentadas por incumplir normas de vestimenta o salir a la calle sin su marido, entre otros motivos.

Aun así, lo que consideran más grave es que muchas ciudadanas afganas están siendo entregadas como esclavas sexuales y violadas por parte de grupos de hombres armados. Desde CATAB recalcan que, ante esta situación que afecta a más de 18 millones de mujeres y niñas, la comunidad internacional y España deben “responder y actuar de inmediato para evitar que sigan viviendo en un clima de violencia sin control y retrocedan en la lucha por sus derechos conseguidos en los últimos 20 años”.