Uno de los carteles reivindicativos de las prostitutas del Raval, en Barcelona / TWITTER

Uno de los carteles reivindicativos de las prostitutas del Raval, en Barcelona / TWITTER

Vida

Prostitutas de Barcelona denuncian que sienten discriminación jurídica

Las hetairas aseguran que sus quejas por agresiones se tramitan como trata de seres humanos en lugar de como violencia de género

4 octubre, 2016 00:00

Las denuncias que interponen las prostitutas cuando reciben una agresión terminan en el apartado de tráfico de seres humanos, en lugar de hacerlo en el de violencia machista, según las mismas meretrices. En declaraciones a Crónica Global, las trabajadoras sexuales de la calle d’En Robador, en el barrio barcelonés del Raval, explican que el protocolo de los Mossos d’Esquadra funciona de esta manera y ellas lo entienden como un gesto discriminatorio, porque no reciben el mismo trato que otras víctimas.

“Como si por ser putas dejáramos de ser mujeres”, dice Janet, trabajadora sexual y portavoz del colectivo Prostitutas Indignadas. “Exigimos que nosotras también entremos en el protocolo de violencia machista, ya que lamentablemente nuestro sector sufre discriminación institucional, jurídica y social”, añade.

Sin embargo, una portavoz oficial del cuerpo de policía catalán niega que las prostitutas reciban un trato diferente al resto de mujeres: “Nosotros no tenemos un protocolo específico para estos temas, sino que clasificamos la denuncia en función de los hechos que ellas mismas nos cuentan. No existe un protocolo aplicable por el hecho de que sean prostitutas”, sostiene.

Tráfico de seres humanos

Precisamente, la vía judicial que toma una denuncia cuando es una prostituta quien la interpone es un motivo histórico de disputa para algunos cuerpos policiales que luchan contra la trata de personas. Según han explicado a Crónica Global fuentes policiales, se convierte en un problema ante el nuevo modus operandi de los proxenetas que trabajan en Barcelona, en concreto en el barrio del Raval.

“Se hacen pasar por el novio de la chica y la obligan a prostituirse. Cuando la agrede y ella se atreve a denunciar, mantiene que es su pareja por miedo a represalias, por lo que la denuncia va al Juzgado sobre la Violencia de la Mujer y no se juzga como lo que realmente es: tráfico de seres humanos”.

Prostitutas agredidas

Las quejas de las prostitutas de la calle d’En Robador por un trato jurídico igual que el resto de mujeres se materializa en una concentración prevista para el próximo viernes en la zona en la que trabajan. Una reivindicación que se suma a la que vienen haciendo desde agosto, cuando denunciaron hasta tres agresiones en un mes.

Janet asegura que, desde que pusieron en conocimiento de la policía catalana los diferentes ataques que habían recibido algunas de ellas, los agresores (dos, en concreto) han desaparecido del barrio. “Mantenemos la convocatoria de concentraciones para evitar posibles ataques”, argumenta. Aunque admite que la presencia policial ha aumentado y la zona está más tranquila.