Teclado de ordenador con el símbolo de la red por el que la parricida contactó con Soler / PIXABAY

Teclado de ordenador con el símbolo de la red por el que la parricida contactó con Soler / PIXABAY

Vida

La parricida de Girona confesó el asesinato por las redes

La mujer envió un mensaje al periodista Albert Solé en el que aseguraba que le había dado a la niña "pastillas para dormir" antes de ahogarla

31 diciembre, 2019 10:45

La mujer arrestada por ahogar a su hija en Girona confesó su culpabilidad a través de las redes. El periodista del Diari de Girona, Albert Solé, recibió varios mensajes por parte de la supuesta parricida en los que le explicaba que había dado a la pequeña "pastillas para dormir" y después la había "ahogado [en la] bañera". 

"Hola Albert. He matado a mi hija". Así comenzó la breve conversación entre la mujer y el periodista mantenida a través del sistema de chat de Facebook. Solé intenta que la mujer, que fue detenida y puesta a disposición judicial poco después de acabar con la vida de la menor, le explique dónde vive, sin conseguirlo. 

"¿Por qué me tocó a mí?"

Solé asegura que la conversación por las redes comenzó "exactamente a las 14.18 horas", alrededor de 45 minutos antes de que la madre avisara a emergencias. "Me preguntaré muchas veces, durante los años que vienen, por qué me tocó a mí". Así comienza el artículo que Albert Solé ha publicado en el periódico de Girona en el que explica cómo la presunta parricida le contactó y su actuación frente a ello.

El periodista asegura que la relación entre él y la mujer "no pasa" del simple conocimiento mutuo y que, al principio, ni se lo creía. Respondió con un sarcástico "¿Con qué método?" y la contestación de Maria Àngels comenzó a preocuparle. "No es broma", le dijo antes de detallar cómo le quitó la vida a su propia descendiente, de 10 años de edad. 

No conocía su domicilio

El redactor asegura que no sabe "ni el apellido de Maria Àngels" ni tampoco dónde vivía, "así que comienza un tira y afloja para que me diga su dirección". Todos ellos "infructuosos". Soler comienza preguntándole directamente dónde vive y si quiere que vaya allí, pero la mujer se niega. Asegura que está esperando a que llegue un vecino, que es agente de policía, para explicarle lo sucedido.

De nuevo lo intenta con la excusa de "tomar un café", y, a pesar de que vuelve a rechazar la pregunta, le da una pista: "zona Devesa". "Estoy esperando un cuarto de hora para ir a [ver al] vecino", explica la mujer, que asegura que lo hace para encontrar en la casa también a la mujer de éste.

Ella misma llamó a los Mossos

Poco después de las tres "me pide el número de los Mossos", explica Solé, "para confesar el crimen". Entonces es cuando accede a dar su dirección al periodista, que también entonces da la voz de alarma. "Llamo yo también llamo a Emergències y que Dios reparta suerte". Una suerte que no llegó.