Galletas, alimento procesado que abunda en las residencias de mayores / WIKIPEDIA

Galletas, alimento procesado que abunda en las residencias de mayores / WIKIPEDIA

Vida

Baja calidad nutricional y abuso de procesados en las residencias de mayores

Tres nutricionistas han analizado una serie de 81 menús diarios del mes de octubre en cinco de las residencias más importantes de la Comunidad de Madrid

30 octubre, 2019 13:15

La gran mayoría de los menús consumidos en las residencias de tercera edad no se ajustan a las necesidades de las personas ingresadas. El abuso de los alimentos procesados y la baja calidad nutricional, junto a la carencia de verduras o frutas en cada comida, choca con los controles de calidad que supuestamente han pasado todas las elaboraciones.

Tres nutricionistas han analizado para la compañía 65Ymás una serie de 81 menús diarios --que incluyen desayuno, comida, merienda y cena-- del mes de octubre de cinco de las residencias más importantes de la Comunidad de Madrid.

Firmados por especialistas

La comida que se sirve en este tipo de residencias ha pasado la supervisión de un médico y, en algunos casos, del jefe de cocina, un nutricionista y el director del centro.

En cambio, las nutricionistas que han analizado los alimentos encuentran muchas carencias, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de personas de elevada edad.

Cinco centros de la Comunidad de Madrid

Las residencias analizadas son cinco de las más prestigiosas de Madrid. Una de ellas es el Parque de los Frailes, un centro público de Leganés gestionado por la empresa Aralia. El segundo lugar estudiado es San Fernando de Henares, también público y gestionado por la Comunidad de Madrid.

Pañuelas y Ensanche de Vallecas, son otros de los centros investigados y que están al cargo de Aralia. Y, por último, Usera, un centro que gestiona de forma indirecta Domus Vi.  

Problemas

La comida ofrecida “carece de los nutrientes necesarios, se abusa de los alimentos ultraprocesados y fritos y los menús no están equilibrados”, explican las nutricionistas.

En cuanto a la energía, los alimentos “no tienen una densidad energética muy alta”, algo negativo teniendo en cuenta que los niveles de actividad de los usuarios son bajos.

Procesados

Galletas, bizcochos y flanes o helados abundan en los desayunos y en los postres de las comidas en las residencias. De este modo, lo que debería ser un “alimento puntual” se convierte en algo común.

Por otro lado, también se echa en falta el consumo de verduras, que “deberían incluirse en cada una de las comidas”, así como elaboraciones sencillas, “evitar los rebozados”, la inclusión de la fruta en los postres e “introducir alimentos más nutritivos en los desayunos”, señala una de las nutricionistas.