El Gordo de la Lotería de Navidad ha pasado de largo por Cataluña. Ni se ha dejado ver. En cambio, el tercer premio, el 90.693, ha estado muy repartido por toda la comunidad autónoma.
Uno de estos rincones afortunados ha sido Sant Joan de les Abadesses, un pueblo de Girona de menos de 4.000 habitantes y con un pasado clave en la historia del territorio. Aquí ha caído medio millón de euros este 22 de diciembre.
La encargada de repartir el premio ha sido Yaiza Olmo, una fisioterapeuta de Parets del Vallès que, hace menos de dos meses, se hizo cargo de la administración de lotería del municipio. “Es un sueño”, reconoce a Crónica Global.
Ella cogió las riendas de la Administración número 1 de Sant Joan de les Abadesses el pasado 3 de noviembre y su primer premio ha sido este tercer premio del Gordo. “He vendido toda una serie”, confiesa, lo que supone medio millón de euros, 50.000 euros al décimo.
De veranear a vivir
“Es todo un regalo, nos hace mucha ilusión”, reconoce al teléfono. Habla en plural porque, aunque ella sea la dueña de la administración, la decisión de venir a este pueblo fue conjunta con su familia.
“Veraneábamos aquí desde hace años, nos gusta mucho el pueblo”, señala. De ahí que decidieran dar el paso cuando surgió la oportunidad del traspaso del local. “Decidimos cambiar de vida”, reconoce. El resultado no ha podido ser mejor.
Administración de Lotería nº1 de Sant Joan de las Abadesses
A quién ha tocado
No solo disfrutan ahora de una vida más tranquila, sino que Olmo ha repartido medio millón de euros entre los vecinos de toda la vida. “No sabemos a quién”, asegura, a la espera de conocer a los agraciados.
De momento, nadie ha llamado para celebrarlo y solo “se han acercado medios de comunicación y curiosos”, confiesa. “Ya vendrán”, pronostica. No cabe duda.
Dos pasiones en una
Ella, por ahora, está encantada. “Me gusta ayudar”, confiesa. Lo hizo durante todos los años que se dedicó a la fisioterapia y ahora también repartiendo millones.
Ya no atiende a pacientes, sino a clientes, aunque admite que “la fisioterapia es mi vida”. Lo lleva en las venas. “Cuando viene alguien y me dice que tiene alguna dolencia, le doy consejos o le hago alguna propuesta”. Una manera de combinar sus dos vidas.
“La vida es maravillosa”, concluye.
