La práctica de las guardias médicas de 24 horas se remonta a una medida implementada en la década de los años 70. Esta estrategia se concibió inicialmente para garantizar que, dado el número de médicos disponible en aquel momento, siempre hubiera un profesional capaz de atender a los pacientes.
Sin embargo, la persistencia de esta jornada en el sistema sanitario moderno ha llevado a que sea calificada directamente como una "negligencia", según ha explicado Olga Viza en TVE Catalunya.
La crítica central a estas jornadas radica en la dificultad, o imposibilidad, de mantener la lucidez y el rendimiento profesional durante periodos tan extensos. Estar lúcido o mantener un buen rendimiento durante 24 horas es inverosímil, y que incluso 20 horas de trabajo ya se consideran imposibles.
El cese de las guardias de 24 horas es, de hecho, una de las reivindicaciones clave en las recientes movilizaciones del sector sanitario, en el marco de la huelga estatal convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos.
En Barcelona, cientos de médicos se concentraron para reclamar un convenio propio y la mejora de sus condiciones laborales, incluyendo el fin de estas extenuantes jornadas. El sindicato Metges de Catalunya (MC) ha enfatizado que "ningún otro trabajador del Estado" está sujeto a jornadas obligatorias de 24 horas.
La necesidad de condiciones dignas está intrínsecamente ligada a la calidad de la atención al paciente. Los médicos manifestantes, bajo lemas como 'Médico cansado, paciente maltratado', exigen el fin de las sobrecargas de agenda para no poner en riesgo la salud mental de los enfermos con 24 horas de trabajo continuado.
Las nuevas generaciones de médicos buscan condiciones dignas, esencialmente, para poder atender correctamente a los pacientes. Las condiciones actuales son tan exigentes que aproximadamente el 90% de los médicos jóvenes están sufriendo el síndrome de 'burnout'.
Esta problemática va más allá de lo puramente laboral, constituyendo una cuestión "importantísima, estratégica" para el sistema sanitario en su conjunto. La falta de médicos es un desafío que hace imperativo mantener a los profesionales en el sistema actual.
El secretario general de MC, Xavier Lleonart, ha advertido que, si las movilizaciones no consiguen cambiar el statu quo, existirá un riesgo inminente de que una parte cada vez mayor de la profesión "abandonará el sistema y dejaremos la sanidad sin médicos".
