Agentes de la Guardia Urbana durante un control en Barcelona

Agentes de la Guardia Urbana durante un control en Barcelona Guardia Urbana de Barcelona

Vida

Libertad para el conductor que embistió a un agente de la Guardia Urbana en Ciutat Vella

Una vez reducido, Pedro Q. fue sometido a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 0,82 mg/l, más del triple del límite permitido

Su defensa sostiene que el hombre no reconoció a los policías dado que iban de paisano, y que creyó que se trataba de una tentativa de robo

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Los hechos se desencadenaron la medianoche del pasado domingo, 7 de diciembre, en la calle Joaquín Costa, en el límite de Ciutat Vella.

Una patrulla de paisano de la Guardia Urbana de Barcelona dio el alto al conductor de un Volvo XC40: Pedro Q., de 40 años, quien mostraba una actitud extraña al volante. 

Al detectar que podría estar circulando bajo los efectos del alcohol, los agentes se identificaron verbalmente como policías y ordenaron al conductor detener el vehículo.

500 metros sobre el capó

Pedro Q. hizo caso omiso, aceleró con fuerza y se llevó por delante a uno de los guardias, que tuvo que aferrarse al capó para evitar ser arrollado.

A pesar de que el policía seguía agarrado y gritaba que era agente de la autoridad, el conductor continuó la huida por varias calles del centro de Barcelona, incluso llegando a realizar una maniobra marcha atrás.

Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona durante un dispositivo

Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona durante un dispositivo Cedida

En total, el agente recorrió unos 500 metros colgado del capó, hasta llegar a la calle Montalegre, frente al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, donde varios vehículos logotipados de la Urbana lograron cortarle el paso, bloquear el Volvo y detener al conductor.

Las cámaras de seguridad del centro cultural corroboraron toda la secuencia, incluyendo la conducción temeraria con el policía sostenido en el capó.

Homicidio doloso 

Una vez reducido, Pedro Q. fue sometido a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 0,82 mg/l, más del triple del límite permitido.

La Guardia Urbana lo detuvo por homicidio doloso en grado de tentativa, así como por resistencia y desobediencia a los agentes. Después fue puesto a disposición de los Mossos d'Esquadra. 

La versión del conductor: pensó que eran ladrones

La defensa de Pedro Q. sostiene que el hombre no reconoció a los policías como agentes, dado que iban de paisano, y que creyó que se trataba de una tentativa de robo debido al vehículo de alta gama que conducía.

Aseguran que, en combinación con el estado de embriaguez, “no gestionó bien la situación”, pero que en ningún caso tuvo intención dolosa de matar al agente.

Los agentes, por su parte, remarcan que se identificaron varias veces antes de que el conductor iniciara la huida y que éste llevaba la música a un volumen tan alto que probablemente no escuchó las órdenes.