Cataluña se sitúa en el centro del debate sobre desigualdad educativa. La comunidad encara un fenómeno que avanza de forma silenciosa y que condiciona el rendimiento, la cohesión social y la capacidad del sistema para ofrecer igualdad real de oportunidades. Los estudios recientes apuntan a una tendencia que se consolida y que repercute en la economía del territorio.
España arrastra niveles de segregación educativa que la colocan en posiciones poco favorables dentro de Europa. El reparto desigual del alumnado según origen o situación socioeconómica genera diferencias entre centros y territorios. Las consecuencias ya se reflejan en indicadores académicos y en la distribución de recursos.
Datos determinantes
En este contexto, Cataluña sobresale por un elemento concreto: la segregación escolar por origen inmigrante. Según el estudio Segregación escolar, un problema de justicia social sin resolver, elaborado por la federación de Enseñanza de CCOO, la comunidad alcanza un índice de 0,24, el más alto de España junto con el País Vasco y uno de los mayores de toda la Unión Europea. Solo Austria, Reino Unido y Bélgica registran valores superiores.
Una protesta anterior de CCOO en la sanidad catalana
El informe comparativo, basado en microdatos de PISA 2022, sitúa a Cataluña en el grupo de territorios europeos donde el alumnado extranjero se concentra más en determinados centros. Esta distribución no es casual, sino que responde a factores como la residencia, la capacidad de elección de las familias o la estructura del propio sistema educativo.
Tendencia al alza
La evolución histórica refuerza la preocupación. En Cataluña, la segregación por origen inmigrante se ha triplicado en dos décadas: pasó de 0,08 en 2003 a 0,24 en 2022, un crecimiento sostenido sin periodos de retroceso. Es la trayectoria más constante entre las comunidades analizadas, lo que evidencia un fenómeno estructural y no coyuntural.
La redacción del informe recalca que este incremento coincide con una mayor presencia de alumnado extranjero, pero también con dinámicas internas del sistema que agrupan a estudiantes de características similares en los mismos entornos educativos.
Impacto económico
El documento recuerda que la segregación tiene efectos directos sobre la economía. La concentración de estudiantes en centros con menos recursos limita el desarrollo del capital humano y reduce la movilidad social. A medio plazo, eso se traduce en menor productividad y más desigualdad territorial.
Imagen de archivo de varios niños usando tablets en un centro escolar
Los autores advierten de que la segregación también eleva los costes públicos, al requerir más inversión para compensar situaciones que podrían evitarse con una planificación más equilibrada. La pérdida de talento y la desigual distribución de oportunidades actúan como freno al crecimiento económico.
Comparación estatal
En el conjunto de España, el índice medio de segregación por origen inmigrante se sitúa en 0,19. Cataluña y el País Vasco superan con holgura esa cifra. Por detrás se encuentran Melilla, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra y Aragón, con niveles también elevados pero lejos del bloque de cabeza. En comunidades con menor proporción de alumnado extranjero —Galicia, Castilla-La Mancha o Cantabria— la segregación es sensiblemente más baja.
El análisis nacional también contempla la segregación por nivel socioeconómico. Cataluña aparece igualmente en posiciones altas, aunque no lidera el ranking. Madrid se sitúa como territorio más segregado en este apartado, mientras que Cantabria, Castilla–La Mancha y Castilla y León muestran los niveles más reducidos.
Factores internos
El estudio apunta a diversos elementos que explican la situación catalana. Entre ellos, el peso de la red concertada, donde el cobro de cuotas y otros mecanismos de acceso puede actuar como barrera económica. Cataluña, junto con Madrid y País Vasco, concentra buena parte de estas aportaciones familiares, según investigaciones citadas en el documento.
A ello se suma la segregación residencial, especialmente en áreas urbanas, que condiciona el mapa escolar. La zona de residencia limita la oferta disponible para muchas familias y contribuye a que determinados centros concentren un porcentaje elevado de alumnado inmigrante.
Intentos de corrección
Cataluña es una de las pocas comunidades que ha impulsado un Pacto contra la segregación escolar, promovido por el Síndic de Greuges. La iniciativa buscaba corregir desigualdades mediante cambios en la admisión y refuerzo de centros vulnerables. Sin embargo, los datos actuales muestran que el impacto ha sido insuficiente ante el avance de la tendencia.
El informe de CCOO insiste en que revertir este escenario requiere decisiones sostenidas en financiación, planificación y control de la admisión. La segregación, advierten, no solo es un fenómeno educativo: determina el futuro económico y social del territorio.
