Miguel Estrella, una de las caras más reconocidas del boxeo en Cataluña y España, y propietario del prestigioso gimnasio en la confluencia de las calles Marià Cubí con Regàs de la zona alta de Barcelona, llevaba meses advirtiéndolo: “Si algún día pasa algo con estos contenedores, el perjudicado seré yo”.
El pasado jueves, 27 de noviembre, cuando pasaban pocos minutos de las siete de la tarde, su predicción se cumplió con exactitud quirúrgica.
Por motivos que todavía se investigan, un contenedor de cartón situado a escasos metros de la entrada del gimnasio —justo junto a la salida de humos— ardió de forma inesperada, generando una densa columna de humo que se coló de inmediato en el interior del establecimiento.
En pocos minutos, el local quedó completamente inundado y Estrella se vio obligado a suspender temporalmente la actividad de su negocio.
El incendio de un contenedor inunda de humo un gimnasio de la zona alta de Barcelona
'Crónica de un incendio anunciado'
Sin embargo, no fue un episodio inesperado. Estrella lleva un año insistiendo a los técnicos municipales y acudiendo incluso a plenos del distrito de Sarrià–Sant Gervasi para pedir que recolocaran los contenedores.
Argumentó repetidamente que su ubicación actual suponía un riesgo para el gimnasio y que, en caso de incidente, sería imposible evitar daños. A pesar de sus comunicaciones, el consistorio no creyó oportuno desplazar dichos contenedores.
Columna de humo en el interior
Con este contexto, Miguel Estrella y su equipo llegaron al jueves pasado.
Las imágenes, a las que ha tenido acceso Crónica Global, muestran a varias dotaciones de bomberos extinguiendo las llamas mientras el humo ya se había filtrado por completo en las instalaciones, avanzando por salas y pasillos como una niebla tóxica.
Según ha manifestado el propio Miguel Estrella "no pasó una catástrofe de milagro".
Varias dotaciones apagando el incendio de los contenedores en la calle Marià Cubí de Barcelona
La respuesta del consistorio
Fuentes municipales consultadas por este medio explican que el Ayuntamiento sí analizó la petición de Estrella, pero concluyó que no era posible aceptarla.
Según el consistorio: “La solicitud no se pudo estimar porque implicaba eliminar una zona de aparcamiento de motos necesaria para garantizar la visibilidad en la salida de un vado cercano, conforme a los criterios de seguridad aplicados en toda la ciudad.”
Añaden además que, en ese tramo de la calle Regàs, los contenedores están colocados en un punto sin accesos directos a viviendas ni a otros establecimientos, por lo que su ubicación se consideraba adecuada desde el punto de vista técnico.
Como única medida, el Ayuntamiento decidió: “Invertir la posición de los contenedores de orgánico y vidrio para alejar del acceso al local el que, habitualmente, genera más olores.”
Una actuación menor que, a ojos del propietario, no resolvió el riesgo que llevaba meses denunciando, y que quedó en evidencia con el incendio del jueves.
Mientras se evalúan los daños y se aclaran las causas del fuego, Miguel Estrella lamenta que sus avisos no obtuvieran una respuesta más efectiva.
