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Los Mossos d’Esquadra afrontan este miércoles, 3 de diciembre, un parón sin precedentes en su estructura de mando. Más del 50% de los subinspectores i subinspectoras –una figura clave en la cadena jerárquica del cuerpo– ha solicitado el día libre por “asuntos personales” como acto de protesta.

Aunque los cuerpos policiales no pueden convocar huelga, la categoría ha optado por esta vía excepcional para denunciar una situación que consideran insostenible.

Las previsiones internas apuntan a que hasta 300 subinspectores podrían no presentarse a trabajar el 3 de diciembre, convirtiéndose en la mayor protesta silenciosa registrada en la policía catalana. Por ahora, ya hay más de 170 subinspectores que de forma abierta han reconocido adherirse a la protesta. 

Una carga de trabajo "mal remunerada"

El detonante del malestar es, según el colectivo, una brecha salarial y funcional que arrastran desde hace años.

Los subinspectores sostienen que asumen responsabilidades operativas y de gestión que no se corresponden con su salario, quedando a medio camino entre los sargentos --el rango inferior--  y los inspectores --el rango inmediatamente superior--, pero con una remuneración que, aseguran, es la más baja de esa franja de mando.

La 'consellera' Núria Parlon, y el director general de Mossos, Josep Lluís Trapero, en una Junta de Seguridad de Barcelona Europa Press

A preguntas de Crónica Global, una subinspectora explica que la administración ya les reconoció este desajuste hace más de un año, cuando se reunieron con el actual Director General, Josep Lluís Trapero. Desde entonces, asegura, "se comprometieron a estudiar cómo revertir la situación".

Sin embargo, el tiempo ha pasado y los resultados siguen sin consolidarse: "Llevamos más de un año esperando y ahora nos dicen que están pactando mejoras generales para el colectivo, pero que nuestras reivindicaciones deberán esperar seis meses más de estudio". 

Según La Vanguardia, la mayoría de permisos solicitados ya han sido aprobados, lo que anticipa un impacto serio en áreas operativas e investigadoras del cuerpo.

Interior pide calma 

Desde la conselleria de Interior aseguran que existe un diálogo abierto sobre las peticiones del colectivo y que las conversaciones “avanzan positivamente” con la Subdirección de Recursos Humanos.

Fuentes del departamento expresan su sorpresa por el movimiento: “No entendemos esta presión”, señalan. Sea como fuere, la protesta, inédita, tensiona la relación entre la Administración y la escala de mando intermedia de los Mossos. El miércoles será clave para medir su alcance real.